Un atentado en la Plaza de Jemaa El Fna de Marrakech (Marruecos) ha provocado la muerte de 15 personas, 10 de ellas turistas, y 20 heridos. En un principio se barajó la posibilidad de que kamikaze se hubiese inmolado en la céntrica plaza. Finalmente, las autoridades descartan esta hipótesis y estiman que la bomba se activó a distancia. Jalid Naciri, ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, ha explicado que se trataba de un “acto criminal”. Las autoridades ya han abierto una investigación para esclarecer los hechos. En un principio se barajó la posibilidad de que fuese una explosión de gas. Cinco de los fallecidos eran marroquíes, seis eran franceses y otros cuatro cuya nacionalidad no se ha especificado.
La Plaza de Jemaa El Fna está declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Es uno de los lugares más visitados de Marrakech por los cientos de turistas que llegan a la ciudad árabe. De momento, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación no se ha confirmado que exista ninguna víctima española. Por su lado, la diplomacia francesa ha explicado que entre los fallecidos se encuentran varios nacionales del país galo e incluso un británico. Sin embargo, las víctimas aún no han sido dadas a conocer oficialmente. Tampoco se descarta que aumente el número de muertos, ya que muchos de los heridos se encontraban graves. Al menos 11 de los fallecidos eran de nacionalidad marroquí.
El precedente más inmediato de este atentado es el que se cometió contra la Casa de España de Casablanca en mayo de 2003. Los países árabes del Norte de África se encuentran en plena efervescencia por las protestas y reclamaciones de sus ciudadanos, que piden una mayor libertad y la mejora de sus condiciones sociales y económicas. En febrero las revoluciones tunecinas y egipcias acabaron con los regímenes autocráticos que gobernaban en estos países. En Marruecos se han venido celebrando manifestaciones desde febreroy la próxima estaba convocada el 1 de mayo.