César Manrique y Lanzarote son dos términos unidos. El artista canario nació en Arrecife en 1919, la capital de esta isla canaria, donde desplegó buena parte de su genialidad. La nota que define la creación artística de Manrique es la integración con la naturaleza volcánica y tropical del archipiélago.
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En 2019 se celebra el centenario del nacimiento de César Manrique, aunque está pasando bastante desapercibido, como otras conmemoraciones de la cultura y la historia españolas. Obras como los Jameos del Agua son algunos de los puntos más interesantes que ver en Lanzarote. Pero es que Manrique fue distribuyendo su arte por el resto de las Islas Canarias, por ejemplo el mirador del Valle Gran Rey que ver en la Gomera.
César Manrique se formó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde vivió entre 1945 y 1964. La pintura es la principal actividad de Manrique durante esos años, pero a principios de 1950 empieza a trabajar la escultura. La naturaleza lanzaroteña será la inspiración de sus creaciones. El otro hito en su carrera es su estancia en Nueva York, que comienza en 1964, ciudad en la que expuso y donde tuvo contacto con los movimientos artísticos del momento: arte pop y expresionismo abstracto, entre otros.
Es en la segunda mitad de los años sesenta del siglo pasado cuando César Manrique se traslada a vivir a Lanzarote. En este momento se inicia la explosión turística en España y Manrique aprovecha su capacidad creadora para iniciar una serie de proyectos artísticos y paisajísticos. La clave era la combinación de arte, con el paisaje como protagonista, con un uso turístico. Así nacen los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus o el Mirador del Río. Manrique dejaba su huella respetuosa con la naturaleza como legado de su arte.
Obras de César Manrique
La obra de César Manrique, quien murió en 1992 a los 73 años en un accidente de tráfico, es abundante. Son más famosas sus creaciones paisajísticas, por estar a la vista de todos y combinar su creatividad abstracta con la naturaleza canaria. Sin embargo, César Manrique también pintó, hizo escultura, cerámica o incluso logotipos.
De su denominada obra pública destacan los Jameos del Agua (tubos volcánicos recuperados para el hombre con decoración, jardinería e integración en la naturaleza), el Jardín de Cactus o el Mirador del Río, en el norte de Lanzarote.
La obra pictórica es figurativa en sus inicios y más abstracta en las etapas finales. De sus cuadros destacan las “Mujeres junto al mar” o “Sepultados en cenizas”. Era la pintura la que en realidad daba de comer a Manrique, aunque hoy lo primero que llame nuestra atención sean sus desarrollos arquitectónicos.
Por su lado, la obra escultórica de César Manrique está muy relacionada con sus intervenciones paisajísticas. Son muy relevantes sus esculturas móviles que se pueden ver en Lanzarote, como la serie de juguetes del viento.
Manrique trabajó la cerámica de forma muy experimental. Realizó varias piezas, que se produjeron en talleres de Talavera de la Reina, muy relacionadas con el arte moderno.
En cuanto a su vertiente grafista, famoso es el diseño del diablo que da la bienvenida al Parque Nacional de Timanfaya, por ejemplo.
Casa de César Manrique
La Casa de César Manrique es uno de los lugares en que vivió en la isla de Lanzarote y también acoge la sede de su fundación. La casa se encuentra en Taro de Tahíche y se asienta sobre una lengua de lava de la erupción que sufrió la isla en 1730. Este es el aspecto más curioso de la casa de Manrique, ya que al acceder a ella, el visitante debe penetrar en el interior de esa lengua de lava, lo que muestra la integración total con la naturaleza volcánica de Lanzarote que el artista quería marcar en su morada.
A partir de aquí se inician los contrastes entre la negrura de la lava y la blancura de paredes y volúmenes (Simón Marchán Fiz en Fundación César Manrique, Lanzarote), la luz, lo visual e incluso el tacto. En esta casa, Manrique tuvo también su taller hasta 1988 y sus estancias se adaptan a los accidentes del terreno. La visita es muy sorprendente y es inexcusable para quien viaje a Lanzarote con ojos sensibles.
Horarios Casa César Manrique
En realidad, en Lanzarote existen dos casas de César Manrique. La primera, de la que ya hemos hablado, es la actual fundación y se conoce como casa del volcán. En ella vivió hasta 1988. La misma está abierta todos los días de 10 a 18 horas y la entrada cuesta 8 euros (niños, 1 euro).
Después de 1988, Manrique se trasladó a la localidad de Haria, a una casa que construyó sobre una antigua de labranza. Se encuentra en el norte de Lanzarote, en un entorno más natural. Funciona como museo y su horario de apertura es de 10.30 a 18 horas, todos los días (el 1 de enero cierra). La entrada cuesta 10 euros (1 euro para niños).