Expedia, una de las principales agencias de viajes online, quiere refinanciarse con 3.200 millones de dólares para atravesar las turbulencias que la pandemia de coronavirus Covid-19 dejará en el mundo turístico. Al igual que otras grandes empresas, Expedia tiene intención de llenar sus cuentas bancarias con el objetivo de hacer frente a los pagos de los próximos meses. Diversos organismos internacionales prevén que la demanda turística no se recuperará hasta 2021 y es probable que, si no se encuentra antes una vacuna para el nuevo coronavirus, las restricciones de viajes y movimientos se producirán hasta 2024.
Peter Kern ha sido nombrado consejero delegado y ha anunciado que estos 3.200 millones de dólares provendrán de la inversión de 1.200 millones por los fondos Apollo Global Management y Silver Lake. Los 2.000 millones restantes se conseguirán con la emisión de nueva deuda. La agencia online también ha anunciado que el equipo de gestión no cobrará sueldo durante este año y que el equipo directivo verá reducido en un 25% sus salarios. En febrero, Expedia despidió a 3.000 trabajadores, un 12% de toda su plantilla. Entonces, este recorte se justificó para preservar la caja de la empresa.
El movimiento es similar al que realizó Amadeus hace unas semanas, cuando consiguió financiarse por 1.500 millones de euros para hacer frente a la disminución de reservas hoteleras y compra de viajes en agencias durante los próximos meses hasta final de 2020.
En 2019, Expedia ingresó 12.067 millones de dólares, un 7,5% más que en el año anterior, y obtuvo un beneficio de 565 millones. Sin embargo, la empresa tiene una deuda a largo plazo por valor de 4.189 millones. Entre abril y junio de 2018, Expedia facturó 2.880 millones de dólares.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) prevé una caída de entre el 20% y el 30% en el número de viajes internacionales que se producirán en 2020 como consecuencia de la pandemia de coronavirus Covid-19. Este descenso en los movimientos de viajeros conllevará una pérdida de ingresos por turismo que ascendería a 450.000 millones de dólares (411.453 millones de euros), según la OMT. El organismo de Naciones Unidas estima que las cifras significan perder entre cinco y siete años de crecimiento en el negocio turístico. En los últimos diez años, el número de viajeros internacionales, y de ingresos por turismo, habían alcanzado records históricos.