Barceló quiere dar un paso de gigante en su estrategia empresarial y en el sector turístico español. La empresa mallorquina ha propuesto a NH Hoteles comprar el 60% de la compañía para ser su primer accionista y crear un “campeón nacional” hotelero. Si la operación se confirma, el importe de la compra superará los 2.000 millones de euros.
Sin embargo, Barceló no lo tendrá fácil para crear una compañía hotelera a la que sólo le harían frente IHG y Accor en Europa. En un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), el consejo de administración de NH califica la oferta de Barceló como “una muestra de interés no solicitada, preliminar y no vinculante”. Además, NH recuerda que hace pocos meses presentó un plan estratégico a tres años y que su idea es seguir siendo una compañía independiente. Los consejeros de NH tendrán que valorar las condiciones y emitir una recomendación a los accionistas, aunque estos últimos también pueden presionar al consejo para que acepte la venta de la hotelera.
Es una situación paradójica, porque hace pocos años NH se encontraba en la cuerda floja, con pérdidas recurrentes y una alta deuda. La crisis económico-financiera afectó a la hotelera madrileña, ya que su negocio se basa en el turismo urbano y de negocios. Hoy, los ingresos de NH han crecido un 7% en los primeros nueve meses de 2017, hasta los 1.141 millones de euros y desarrolla su negocio entre España, Italia, Europa Central, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y el continente americano. Además, la cadena hotelera se encuentra entre las 30 primeras del mundo, por delante de Barceló.
La propuesta de Barceló
La oferta parte de una ampliación de capital con la emisión de nuevas acciones por parte de NH que compraría Barceló hasta hacerse con el 60% de la hotelera. Barceló pagaría estas acciones al precio de 7,08 euros, lo que equivale a una prima del 27% sobre el valor medio de los títulos de NH en los últimos tres meses de cotización. El importe total que desembolsaría Barceló se acerca a los 2.480 millones de euros. Además, el nuevo grupo hotelero seguiría cotizando en bolsa. Asimismo, Barceló propone integrar todas sus divisiones de negocio con NH, tanto hoteles como la parte de viajes (red de agencias y turoperadores), aunque se muestra abierto a considerar qué segmentos de negocio de Barceló se integrarían en la nueva empresa.
Barceló quiere asegurarse que decide la nueva estrategia de la hotelera fusionada y pide para sí la mayoría de puestos en el consejo de administración, aunque propone que haya los suficientes consejeros de los actuales accionistas relevantes de NH. Y señala, como sede social de la nueva empresa, la ciudad de Madrid. Este es un detalle significativo. NH está radicada en Madrid, mientras que Barceló tiene su sede en Palma de Mallorca. Barcelona parece haber sido descartada tras las meses de incertidumbre sobre la independencia fallida de esta región española.
Barceló ha dado tres meses de plazo a NH para que valore la operación y, si se muestra de acuerdo, iniciar el proceso para culminarla. En cualquier caso, la CNMC tendrá que dar el visto bueno a la fusión tras comprobar que no se pone en peligro la competencia.
La empresa que resulte de la fusión entre Barceló y NH será la primera hotelera española por número de alojamientos, camas y facturación: 618 hoteles en todo el mundo y 4.300 millones de euros de cifra de negocio (incluyendo la venta de viajes del grupo Barceló). La operación tiene mucho sentido, puesto que Barceló tiene un modelo de negocio construido sobre hoteles vacacionales, aunque cuenta con alojamientos de alta calidad en determinadas capitales españolas y del mundo. Por su lado, NH está muy enfocada en el segmento urbano. El gigante hotelero superaría a Meliá Hotels, la primera hotelera española en la actualidad, pero sobre todo crearía el tercer grupo hotelero de mayor envergadura en Europa.
La operación también pondría al segmento empresarial español en el lugar que se merece. España es el tercer país del mundo en recepción de turistas y el segundo en ingresos por turismo. Pero esto mismo hace que su sector hotelero esté muy enfocado en el negocio dentro de España y se encuentre poco internacionalizado, salvo excepciones como Meliá.