Una triste manera de despedir el año. El Parque Nacional Torres del Paine, está ardiendo y no puedo reprimir sentir cómo se me ahoga el corazón al pensar en una atrocidad semejante. Un paraíso en toda la extensión de la palabra, está siendo devorado por el fuego… 20 hectáreas en el sector El Olguín. Por supuesto se ha decretado la alerta roja para toda la provincia de Última Esperanza.
¿Conocéis ese lugar? Se llama así porque era la última oportunidad para los marineros de quedarse en tierra, antes de adentrarse en las gélidas aguas del círculo polar, donde ya no quedaba ningún lugar en el que guarecerse más allá del propio barco. Última Esperanza… eso es a lo que apelan los chilenos estos días para que su maravilloso parque no desaparezca.
Al parecer, el incendio comenzó el martes pasado, hace dos días, al borde de un sendero de trekking en el lago Grey. Hasta allí sólo se puede llegar tras ocho horas de intensa caminata o bien, en una lancha, ni siquiera en coche… lo que dificulta en gran medida las labores de extinción. De tal manera que tanto la CONAF, como los bomberos y todos los voluntarios posibles, las están pasando moradas para acabar con las llamas. No sólo ha llegado ayuda desde Punta Arenas o Puerto Natales, sino también desde Argentina. Los vecinos se han apresurado a echar una mano, porque lo primero es lo primero: la Naturaleza.
Y para más colmo, el viento no ayuda, porque hay rachas de hasta 100 kilómetros por hora que no hacen sino avivar el fuego y animarlo a que se extienda más deprisa.
¿Cómo es posible? Según el director nacional de la CONAF, Eduardo Vial, parece que algún inútil dejó una hoguera mal apagada. Repito ¿cómo es posible? ¡En un Parque Nacional! La solución, ¿qué duda cabe? Es endurecer las multas y los castigos ante semejante falta de consideración, pero por el momento, el parque arde…
Desde aquí nuestro personal deseo de que todo se solucione lo antes posible y de la mejor manera. Porque Torres del Paine es verdaderamente un paraíso y todos merecemos la oportunidad de disfrutarlo en su máximo esplendor.
Nota: información recogida del blog de nuestra directora Paloma Gil en el siguiente enlace.