El Parador de Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, ocupa varias de las parcelas destinadas a colegios universitarios que se crearon en el siglo XVI, cuando el Cardenal Cisneros impulsó el desarrollo de la Universidad Complutense, un hito renacentista por el que han pasado algunas de las mentes más preclaras de España. Nebrija, San Ignacio de Loyola, Covarrubias, Juan de la Cruz… Sus profesores y alumnos han sido decisivos en la evolución del país mediterráneo. Aquí estudió, incluso, la primera mujer en conseguir un Doctorado en Filosofía, María Isidra de Guzmán y de la Cerda, la “Doctora de Alcalá”, que logró esa distinción en el XVIII.
El estudio de arquitectura Araguren + Gallegos fue el encargado rehabilitar y adaptar para un uso hotelero las instalaciones supervivientes de aquella época, que habían sido también utilizadas como taller y cárcel. El resultado es una combinación sorprendente y muy premiada, como explica Pedro Soria, director del Parador de Alcalá de Henares, de espacios abiertos, inspirados en los claustros originales y distribución de habitaciones. 21 de ellas se ubican en el edificio principal, fácilmente distinguible, rodeado por una malla grisácea, tan original como funcional. Soria asegura que esta malla provoca un salto térmico entre el exterior y las habitaciones, a la vez que proporciona intimidad.
El resto de habitaciones se “esconden” bajo el Jardín Tallado, asomadas a unos patios llenos de luz y vegetación, convenientemente alternadas para garantizar la privacidad en cada una de ellas. El spa se ha situado en la iglesia de un convento del siglo XVIII, lo que le dota de un carácter muy particular, con la piscina-jacuzzi justo debajo de la cúpula central.
Su proximidad al centro de negocios de Madrid, al Aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez y al recinto ferial de IFEMA, además de su oferta de salas de reuniones y experiencia MICE, hacen que el Parador de Alcalá de Henares sea, también, un referente para la celebración de congresos y convenciones.
A nivel gastronómico, este Parador, situado en el recinto histórico de Alcalá de Henares cuenta con uno de los restaurantes más antiguos de España. La Hostería del Estudiante fue fundada en 1929 por Alfonso XIII. Por sus mesas, además de los Reyes de España –que entregan anualmente el Premio Cervantes en el vecino Paraninfo de la Universidad- han pasado muchos pesos pesados de la cultura española. Dicen que hasta el mismísimo Federico García Lorca era asiduo a las meriendas de migas con chocolate, una de las citas vespertinas clásicas en Madrid.
Este año, con motivo del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, el Parador de Alcalá de Henares ofrece, además de su carta habitual, un Menú Cervantino de cinco platos inspirados en el recetario con el que Don Miguel, nacido en Alcalá de Henares, salpica El Quijote, su obra más famosa. “Nuestro secreto es”, explica José Valdearcos, responsable de alimentos y bebidas de la cadena española, “unir cultura y gastronomía”. Para conseguirlo, Valdearcos sostiene que “investigamos en tesis doctorales y otros documentos históricos y reinterpretamos esos datos para actualizarlos”. Para el 2017 están ya trabajando en un Menú Cisneriano para conmemorar el 500 aniversario de la muerte del ‘padre’ de Alcalá de Henares.