MADRID.- Antonio Naharro, un barcelonés de 41 años, despertó y decidió lanzarse al mundo para soñar y conocerlo, según reconoce en una entrevista mantenida con este medio, a través de correo electrónico, desde Canadá. Naharro, que se dedicó a la música y la literatura en Barcelona, lleva recorriendo el globo desde 2009 y las ha pasado de todos los colores después de tener que autofinanciarse su viaje. La aventurá comenzó un 22 de febrero en Marruecos y “si mi familia no me necesita antes, mi plan es llegar a España antes del 2015”, reconce.
¿Cómo empezó todo? Naharro es bien sucinto: “mi corazón era fuerte, mis piernas y mi mente, también; mis padres sanos y tenía unos ahorros. Los ingredientes necesarios para despertar y empezar a soñar”. Así que desde 2009 Naharro ha recorrido países africanos y asiáticos, así como de Medio Oriente, Oceanía y América. En el momento de realizar esta entrevista, este aventurero se encuentra en Canadá, donde pasará algunos meses hasta proseguir su viaje.
Naharro no se anda con tapujos y reconoce que “el mundo está lleno de problemas”, pero el peor al que ha tenido que enfrentarse personalmente fue en el Sur de Benín (país del continente africano), cuando intermedió para que “un hombre, con varias copas de más, no matara a su hermana menor porque había roto una botella de una especie de nevera, todo bajo una tormenta”. Este viajero reconoce que “fue de película”. No obstante, Naharro explica que “la gente humilde es más hospitalaria”, aunque en este sentido se queda con los habitantes de Irán y Pakistán.
En un viaje tan largo y sin una financiación asegurada no todo son buenos momentos. Antonio Naharro lo entendió en Benín: “la misma semana del incidente entre los hermanos me di cuenta que no me pagarían un dinero con el que contaba y, además, tenía muchos problemas burocráticos para cruzar los países desde Nigeria hasta Namibia”. Estuvo apunto de dejarlo, aunque no desistió. Naharro asegura que África es un continente duro, a pesar de que es “lo más”. Este viajero gasta al día una media de entre 10 euros y 20 euros, con los que cubre sus necesidades. Junto a las dificultades financieras están las sentimentales y Naharro refiere que echa de menos “ver envejecer a los que quiero”, ya que “fotos, Skype y teléfono no llegan a los cinco sentidos: echo de menos tocarlos, olerlos y besarlos”.
A las personas que estén pensando en llevar a cabo una aventura similar, Naharro les recomienda que “sigan su corazón”, puesto que “un viaje, o un sueño en general, no se camina con los pies”. Entre los múltiples lugares que ha visitado Naharro destaca La Capadocia turca en invierno, las Cataratas Victoria (entre Zambia y Zimbabue) y un monasterio budista frente al Himalaya, en Sikkim (India). ¿El momento más entrañable? “Me quedo con mi estancia en un orfanato del norte de Darjeeling (India), donde el destino me llevó a enseñar un poco de música a unos niños, y a aprender de ellos muchísimo de la vida y de lo valioso que es la familia”.
1 comment
Qué puedo decir de Antonio y de aventura en la vida??? Simplemente que le envidio con todas y cada una de las partes de mi cuerpo. Que cada vez que envía noticias desde alguno de los paises que va recorriendo, me dan ganas de meter cuatro cosas en mi mochila e iniciar mi propia aventura.
Yo me considero un “culo inquieto”, he viajado y vivido fuera de nuestras fronteras, aunque nunca viviendo la realidad más auténtica de los lugares que he visitado.
Vivir su experiencia a través de mails o publicaciones es como seguir manteniendo un sueño. La ilusión mezclada con la realidad de lo que yo considero la vida. Reír, llorar, disfrutar de paisajes, mojarte cuando llueve, crecer y aprender de la gente que se cruza en tu camino, en definitiva: sentir que estás vivo!!!!
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