MADRID.- Cataluña quiere usar el tren de alta velocidad para promocionar los recursos turísticos de las grandes ciudades que han dado forma a esta comunidad autónoma española. En un acto en el centro cultural Blanquerna (Madrid), Xavier Espasa, director de la Agencia Catalana de Turismo, ha presentado la oferta turística vinculada al producto city breaks, para realizar escapadas de entre dos y cuatro días a ciudades como Barcelona, Lleida, Tarragona, Girona y Figueres.
La línea ferroviaria de alta velocidad (AVE) conecta desde enero de 2013 las cinco ciudades catalanas con el centro y el sur de la Península y con las líneas de alta velocidad francesa. Las programas de estas escapadas están pensadas para los interesados en el turismo cultural, gastronómico y de compras. El Gobierno catalán quiere lograr un posicionamiento correcto de las cinco ciudades en el mercado emisor madrileño, que aporta un 23,4% del turismo de la comunidad catalana y un 23,6% del gasto. En el caso de Barcelona no le resultará difícil, ya que es la capital de referencia, junto con Madrid, de España. Sin embargo, el uso del AVE para incrementar el turismo nacional en los otros cuatro destinos puede ser un ejemplo a seguir por otras comunidades que aún no aben cómo explotar correctamente este recurso.
Barcelona es la joya de la corona, puesto que se trata de una urbe cosmopolita e internacional, convertida en eje cultural y económico del sur de Europa. En el viejo continente, la capital condal funciona mejor que Madrid y sus resultados turísticos así lo demuestran. Las posibilidades de turismo cultural en la misma son muy variadas, empezando por museos como el Nacional d’Art de Catalunya o el Picasso, a los que se añaden los recientes Museo de la Moto en pleno Barrio Gótico o el Museu Blau en el edificio del Fórum, dedicado a la evolución de la vida en la Tierra. Asimismo, la figura de Antoni Gaudí siempre ocupa un lugar destacado en la capital catalana, con la Sagrada Familia, el Parque Güell , la Pedrera y la Casa Batlló como pilares, y con hasta 9 edificios del célebre arquitecto catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
El resto de capitales han buscado sus propios segmentos para diferenciarse. Lleida es el centro demográfico y económico más importante de la Cataluña interior, con una vida cultural impulsada por nuevos equipamientos como el Centro de Interpretación de la Orden del Temple de Gardeny, el Castell del Rei junto a la Seu Vella, el Museo Diocesano y Comarcal, y la ruta La Lleida Secreta, que descubre la antigua trama urbana de la ciudad a través de yacimientos arqueológicos.
Tarragona tira de historia y de la impronta que dejó el Imperio Romano en la antigua Tarraco. La misma conserva uno de los conjuntos romanos más relevantes del mundo, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Por su lado, Girona, con su casco antiguo, convierten la ciudad en un destacado conjunto monumental, en el que sobresale el Call, el antiguo barrio judío incluido en la Red de Juderías de España que constituye un buen ejemplo del pasado hebreo de la región.
En Figueres destaca la figura de Dalí, ciudad de importante patrimonio monumental y artístico poseedor de uno de los vértices del Triangle Dalinià, el Teatro-Museo Dalí. El Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril ha puesto además en marcha un tren turístico con locomotora y coches del siglo XIX que une esta localidad con Portbou.
Y para unir todas las capitales, el AVE tendrá que hacer de hilo conductor. El trayecto Madrid-Barcelona se realiza en 2 horas y media; y el Madrid-Figueres, en unas 4 horas. Partiendo desde el sur, la conexión Málaga-Barcelona se queda en las cinco horas y cuarenta y cinco minutos y la Sevilla-Barcelona entre cinco y cinco horas y media, dependiendo del itinerario. Desde Francia ya se encuentra a pleno rendimiento la línea Figueres-Perpinyà-Paris.
Quizá las autoridades turísticas de España y de otras comunidades autónomas debán pensar en el AVE como un medio de aumentar el flujo de turistas al interior de la Península. La línea de AVE que atraviesa Cataluña se une a los 4 aeropuertos (Barcelona, Girona-Costa Brava, Reus-Costa Daurada y Lleida-Alguaire) y a los 4 puertos de cruceros (Barcelona, Palamós, Roses y Tarragona) de la región, puntos de entrada de turistas que, complementando bien los transportes, pueden llegar a recalar en otras regiones españolas.
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Es evidente el salto de calidad que ha realizado España con el AVE. Se partía de una situación en negativo, y de un ferrocarril anclado en el pasado , vetusto y decimonónico, se ha pasado a un ferrocarril moderno y competitivo. Solo un pequeño pero, a dia de hoy no es de recibo, que para pasar a Francia, se tenga que hacer trasbordo en Figueras, antes era el ancho de vía. Ahora parece que se trata de problemas informáticos. A ver si se resuelve de una vez y podemos ir a la capital de Francia, sin cambiar de tren . Saludos.
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