MADRID.- Viajes Marsans fue una agencia histórica en España que no llegó a cumplir los 100 años de vida por muy poco. La crisis y una gestión nefasta llevaron a la quiebra en 2010 a esta compañía presidida por Gerardo Díaz-Ferrán y Gonzalo Pascual, este último fallecido a los pocos meses de la suspensión de pagos. Con la quiebra, muchos clientes perdieron el dinero que habían depositado para la reserva de sus viajes. Pero, ¿dónde ha ido ese dinero? Según Santiago Pedraz, magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Díaz-Ferrán e Iván Losada, el último director de la empresa, presuntamente se habrían apropiado de 1,41 millones de euros de los más de 4 millones que los clientes habían cedido a Marsans para efectuar sus viajes. Para ello, siempre según Pedraz, se usaron cheques que acabaron ingresados en cuentas de Díaz-Ferrán y Pascual.
Como causa de unas querellas previas, el juez tiene abierto un procedimiento contra Díaz-Ferrán, que llegó a ser presidente de la CEOE, la patronal empresarial española, por presunta apropiación indebida de las cantidades que los clientes de Marsans cedía a la empresa. Esta semana, Pedraz ha dado el paso de convertir las diligencias previas, una fase en la que se realiza la investigación, en procedimiento abreviado, donde se concretan los indicios encontrados y los presuntos delitos cometidos. Ahora, el magistrado ha trasladado este escrito de indicios criminales al fiscal, las acusaciones y la defensa de Díaz-Ferrán para que formulen la acusación formal y pidan la apertura de juicio o para que se opongan a la misma.
Según la investigación de Pedraz, entre el 1 de marzo y el 21 de julio de 2010, Viajes Marsans formalizó reservas con la que consiguió 7.560 depósitos de clientes, de los que 4.706 depósitos no fueron devueltos a sus legítimos depositantes y fueron destinados a fines diferentes de la actividad del grupo. Estos depósitos los realizan los clientes cuando reservan un viaje en una agencia, depositando una parte del precio total antes de disfrutar del mismo y pagando el resto del importe de la reserva días antes del viaje. Con ese dinero, las agencias realizan las reservas en las empresas mayoristas que comercializan el viaje, así como en otros servicios (hoteles, reservas de transportes, etcétera). El auto de Pedraz detalla que Marsans no devolvió 3,66 millones a sus clientes, pero es que otras sociedades del grupo hicieron lo mismo: Viajes Crisol no devolvió 0,63 millones de euros; Rural Tours, 0,13 millones; y Tiempo Libre, 13.951,32 euros.
Cómo se hizo el desfalco
En el auto, Pedraz describe la operativa empleada por Díaz-Ferrán e Iván Losada, director de Marsans desde la venta de la compañía a Possibilitum Business para que gestionase el concurso de acreedores y Díaz-Ferrán no apareciese salpicado, para hacerse con los depósitos de los clientes. En contra de lo que era la forma de actuar en el grupo, en abril de 2010 el Departamento de Auditoría Interna de Marsans ordena a las oficinas del grupo (donde los clientes hacían los depósitos y compraban sus viajes) que los mismos se ingresasen en una cuenta propiedad de una empresa del grupo sin actividad. Hasta ese momento, los ingresos de los depósitos se realizaban en las sucursales bancarias próximas a las oficinas. Además, desde la dirección de Marsans se ordenaba a las oficinas que sólo se quedasen en caja con 300 euros y el resto de efectivo lo ingresasen en la cuenta señalada. De esta forma, “se impedía que el personal de las oficinas pudiera devolver los depósitos a los clientes que lo reclamaran”, según el juez.
Entre el 9 y 30 de junio de 2010, cuando ya se sabía que Marsans era insolvente, se libraron trece cheques que se cargaron a la cuenta de la filial inactiva por valor de 1,15 millones de euros. De esta cantidad, sólo 0,44 millones fueron destinados a pagar a diversos acreedores para que retiraran la solicitud de concurso. Con posterioridad se emitieron nuevos cheques por valor de 800.000 euros, de los que 100.000 euros retornaron a cuentas de Marsans, pero el resto fue a parar a empresas ajenas al grupo. El juez concluye que los imputados, Díaz- Ferrán y Losada, usaron esta técnica de ingresos y cheques para “distraer” cantidades de dinero que Marsans debía usar para pagar los servicios contratados por sus clientes o para devolvérselos en caso de cancelación. Sin embargo, siempre según Pedraz, “lejos de realizar las reservas o pagos a los mayoristas, las cantidades se ingresaron en una cuenta ajena a VIAJES MARSANS y desde allí se hicieron actos de disposición a favor de compañías de los propietarios de la compañía”. Es decir, que los fondos acabaron en cuentas a disposición de Díaz-Ferrán y Losada.
Otras cuasas de Díaz Ferrán
Esta investigación por apropiación indebida no es la única a la que se enfrenta el expropietario de Viajes Marsans. El juez Eloy Velasco, también de la Audiencia Nacional, instruye otra causa en su contra sobre Marsans, en este caso por el el vaciamiento patrimonial del grupo para eludir el pago a sus acreedores. La Fiscalía pide 15 años de prisión para Díaz-Ferrán por un presunto delito de alzamiento de bienes, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en grupo criminal.
Por otro lado, Díaz Ferrán ya ha sido condenado en diversas ocasiones. En junio de 2013, un juzgado de lo mercantil de Madrid condenó al empresario y a los herederos de su socio, el fallecido Gonzalo Pascual, a cubrir en su integridad el agujero patrimonial de Viajes Marsans, que ascendía a 552 millones de euros al considerarlos culpables de la suspensión de pagos de la empresa. Asimismo, el juez José María Vázquez Honrubia, de la Audiencia Nacional, ha condenado a Díaz-Ferrán a dos años y dos meses de cárcel por defraudar 99,04 millones de euros del impuesto de sociedades de 2001 derivado de la compra de Aerolíneas Argentinas.
Díaz Ferrán también se encuentra entre los querellados a los que investiga Fernando Andreu, otro juez de la Audiencia Nacional, por planificar la comercialización de participaciones preferentes de Caja Madrid. Y el Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid investiga al empresario por delitos de presentación de datos falsos, alzamiento de bienes, delitos contables y falsedad de documentos privados por la quiebra de Seguros Mercurio.
El 25 de junio de 2010, el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid decretó el concurso de acreedores del Grupo Marsans. La compañía suspendió pagos dejando un déficit patrimonial de 271 millones de euros (373 millones si se tienen en cuenta sus filiales), ya que cuenta con un pasivo de 552 millones, frente a un activo de 281 millones de euros. Su número de acreedores asciende a 11.409.