La estructura económica de una región determina el nivel de estudios de su población y su tasa de abandono escolar. Es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Estudios sobre educación y dirigido por los investigadores Xisco Oliver y Joan Roselló, ambos de la Universidad de las Islas Baleares.
En el estudio titulado “¿Determina la estructura productiva el abandono educativo temprano?” los investigadores han analizado datos de las comunidades autónomas españolas y concluyen que aquellas regiones con sectores productivos que emplean trabajadores sin cualificar inducen a los estudiantes a abandonar antes el sistema educativo. Por el contrario, las comunidades que están especializadas en sectores industriales, para los que se requiere trabajadores cualificados (con educación secundaria o de mayor nivel), los estudiantes tienden a permanecer en el sistema educativo, porque sin un nivel mínimo de estudios sus posibilidades de empleo son reducidas.
Los investigadores de la Universidad de las Islas Baleares estiman que los ratios de abandono escolar temprano están directamente relacionados con la importancia económica de los sectores de la agricultura, la construcción y los servicios, donde la mayoría de empleados no cuentan con cualificación. De las cifras recopiladas por ambos investigadores también se obtienen otras conclusiones. Una de ellas es que a mayor riqueza per cápita en la comunidad autónoma, menor es el índice de abandono escolar. Sólo hay un caso que se opone a esta tendencia y es Baleares, donde el PIB per cápita es de los más elevados de España (23.344 euros por habitante, la quinta región) y el abandono escolar (37,98%) supera a la media española (29,36%).
Los investigadores explican esta paradoja por el sistema productivo de Baleares, donde los servicios son el principal sector económico (41% del PIB, gracias al turismo y el comercio), mientras que el sector industrial sólo representa el 8% del PIB balear. Dicho en otras palabras, el sector servicios, que emplea trabajadores poco cualificados, es preponderante en Baleares, lo que induce en los estudiantes la idea de que no es necesario cualificarse para trabajar en actividades dentro de este sector. Para los investigadores esto no sucedería si áreas como la industria o la energía tuviesen más importancia en la economía balear, puesto que sus puestos de trabajo requieren mayor formación. Además, el estudio también detalla que en las Islas Baleares el 42% de la fuerza laboral está empleada en el sector servicios, donde subsectores como el turismo o los comercios son muy intensivos en mano de obra. Sólo el 7% de la fuerza laboral de Baleares está contratada en la industria.
Los datos que se refieren a las Islas Baleares no son sorprendentes, por cuanto ya se conoce que el turismo es el principal sector económico de las islas. Pero la relación tan íntima entre las altas tasas de empleo en el sector servicios y el alto índice de abandono escolar muestra la poca cualificación de la mayor parte de trabajadores del archipiélago. Y lo que es peor: se está enviando el mensaje de que no es necesario cualificarse para trabajar en actividades relacionadas con los servicios. Otro reciente estudio de un profesional del Servicio de Empleo Balear revelaba que el sistema no genera los suficientes incentivos para que los trabajadores en desempleo se capaciten en nuevos conocimientos para encontrar otros trabajos en el archipiélago o fuera de él.
Las conclusiones no sólo son aplicables a las Islas Baleares, sino al resto de comunidades autónomas. Los dos investigadores explican que las políticas educativas dirigidas a reducir el abandono escolar deben diseñarse teniendo en cuenta la estructura productiva de la comunidad autónoma donde se van a implantar. Por eso las políticas que se desarrollan desde un punto de vista nacional no pueden tener éxito. Y hay otra llamada más clara: fundamentar el modelo económico en servicios de baja cualificación sólo genera más abandono escolar y menor riqueza en las regiones afectadas.