África es otro mundo en muchas cuestiones y una de ellas es cómo los africanos abonan los bienes y servicios que consumen a través de Internet. Visa, la empresa especializada en métodos de pago, comprará el 20% de Interswitch, la principal compañía de pagos electrónicos de Nigeria. Por su lado, Mastercard ha invertido 300 millones de dólares en Network International, el mayor procesador de pagos en África y Oriente Medio. Visa y Mastercard suenan a tarjetas de crédito, pero este método de pago tiene poco recorrido en África. ¿Qué les interesa del continente negro?
Sólo un 4% de la población africana tiene tarjeta de crédito y un 22% cuenta con tarjeta de débito (no hay que olvidar que África engloba a 40 países muy diferentes). Es decir, la introducción de la tarjeta de crédito no es el principal objetivo de Visa o Mastercard. Su interés se encuentra en el pago con móvil.
Un informe de GSMA, la asociación mundial de operadores de telefonía móvil, indica que en los países del África subsahariana, el 60% de los adultos disponen de una cuenta de dinero móvil. Con ellas se pueden realizar pagos usando los teléfonos de forma sencilla y rápida. Y este método de pago es ideal para la efectiva inclusión financiera de los africanos, puesto que 456 millones de personas en los países de África cuentan con teléfono móvil, una penetración del 44% en la población.
En todo el mundo hay registrados 866 millones de cuentas de dinero móvil y cada día se mueven 1.300 millones de dólares en operaciones con dinero móvil. El interés de Visa y Mastercard por África se entiende mejor si se sabe que el 45% de todas estas cuentas están registradas en los países del continente. En África hay unos 395 millones de cuentas de dinero móvil con un valor aproximado de 26.800 millones de dólares. Es decir, el depósito medio en estas cuentas es de 67 dólares. Visa y Mastercard miran al futuro: el desarrollo económico de los países africanos conllevará un incremento de los depósitos, de las operaciones y del volumen de dinero intermediado. Y la previsión de que la mitad de la población africana dispondrá de teléfono móvil en 2025.