Año dual España-Japón: cuatro siglos de relaciones culturales y económicas

Retrato de Hasekura Tsunenaga

MADRID.- España y Japón celebran su año dual, que conmemora las cuatro centurias desde la primera embajada que el país oriental envió a España. Fue en 1613 cuando Date Masamune, señor feudal de la región de Sendai, decidió enviar una delegación a España y Roma con el objetivo de iniciar relaciones comerciales con Nueva España (ahora México) y para obtener del Papa el envío de misioneros a Japón. La embajada, denominada Keicho, estaba comandada por el samurái Hasekura Tsunenaga y el fraile franciscano Luis Sotelo.

Fue un verdadero viaje de los que hacen época. La embajada partió de Japón en octubre de 1613 y llegó a España en octubre de 1614. Es decir, durante un año sus integrantes atravesaron el mundo conocido hasta entonces. El viaje se realizó a través del Océano Pacífico hasta América Central y de ahí atravesó al Atlántico hasta llegar a España. En nuestro país, Felipe III, el rey español de aquel tiempo, recibió a Tsunenaga en la Corte madrileña en enero de 1615. Aquí fue bautizado y después visitaría al Papa Pablo V en Roma. Tsunenaga se estableció en Coria del Río (Sevilla) y volvió a Japón en 1620. De hecho, en el municipio sevillano muchos habitantes tienen el apellido “Japón” y se consideran descendientes de los integrantes de la embajada nipona.

Para celebrar los 400 años de relaciones bilaterales se han organizado multitud de actos en España entre 2013 y 2014, fundamentalmente culturales, aunque el turismo también tendrá su hueco. Se pueden consultar en la web que la organización ha habilitado al efecto. Por ejemplo, el Museo del Prado acoge una exposición de arte japonés hasta el 9 de julio. El Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid también pondrá en marcha una muestra de piezas de laca Namban distribuidas por toda España y que se juntan por primera vez.

Aunque se usa la embajada Keicho como punto de partida de la relaciones bilaterales, lo cierto es que hubo unos enviados anteriores de Japón a España, concretamente en 1584, cuando Felipe II recibió a la embajada Tensho. No obstante, fue a partir de la visita de Tsunenaga cuando las relaciones comerciales empezaron a abrirse entre ambos países. Hay que tener en cuenta las vicisitudes de hace 400 años: el transporte era muy precario y lento, mientras que las comunicaciones sólo podían realizarse a través de carta o emisarios.

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