Un lugar para los deportistas
Empecemos por el Campeonato del mundo de remo para veteranos. Del 6 al 10 de septiembre, esta regata hará las delicias de los amantes de la navegación en uno de los lagos más bonitos del planeta y es conocida con ese sobrenombre: la regata más hermosa del mundo. El lago no es uno de los más grandes, pero no está mal de tamaño y desde luego, la panorámica es de postal.
Pero si no eres un deportista de alto nivel, no te preocupes, porque entonces Bled es aún más el destino idóneo para ti. Dar paseos, hacer excursiones y, mejor todavía, hacer senderismo. Este precioso pueblecito de cuento está rodeado por una naturaleza increíble y mires donde mires, parece una buena opción para echarse a andar. Por supuesto, hay sendas y rutas con diferentes niveles de dificultad. Aunque lo cierto es que tarde o temprano se acaba convirtiendo en una adicción y siempre quieres descubrir algo nuevo y subir más arriba. Si me permitís una recomendación: Mala Osojnica y Ojstrica son dos miradores que te quitan el hipo. Hay que pagar la panorámica con un poquito de esfuerzo, pero no es demasiado duro llegar a la meta y, desde luego, merece la pena.
Y para los que viajen con niños mencionamos el “tobogganing veraniego” o el Parque Aventura, lugares de adrenalina donde se aprovechan las instalaciones de las estaciones de esquí para pasarlo bomba en verano. Tirarse por uno de esos toboganes, desde lo alto de la colina, y bajar a toda velocidad es una experiencia que os hará gritar y, a la vez, os hará chorrear endorfinas por los cuatro costados. Un placer que hay que probar.
Comer bien para reponer fuerzas
La gastronomía de Bled no es el icono por el que se conoce a la ciudad. Es como si hubiese guardado durante siglos, celosamente, el secreto de esa “buena mesa” que una vez que se prueba se hace indispensable e inolvidable. Pero ese secreto ha dejado de serlo y ahora, gracias al festival Taste Bled, la visita se convierte en la ruta del pecado. Además, se celebra en diferentes fechas para que nadie tenga excusa para no participar: del 23 al 25 de junio, el 25 de julio, el 6, 11-15 y 25-27 de agosto y del 6-10 y del 6-9 y del 22-24 de septiembre.
Déjate llevar por el aroma y da un buen paseo alrededor del lago, porque los restaurantes locales levantarán sus casetas para ofrecer las mejores de sus recetas. Cocina tradicional, divertidas y modernas presentaciones, sabores fuertes en contraste con los suaves, platos originales y desconocidos, novedades… además cada día se puede degustar una especialidad concreta a través de una variedad de platos. Y, además, como Eslovenia no es uno de esos países carísimos, siempre podrás dar una vuelta para comprar ropa nueva, si esta mesa tan placentera te hace coger algunos kilitos de más antes de partir.
Además de aprender sobre la gastronomía tradicional de Bled y disfrutarla, este año el festival se centrará en la sostenibilidad y apoyo al movimiento Cero Basura. Este proyecto pionero ha adoptado la norma de utilizar material biodegradable, como madera, bambú o papel, para envolver los pequeños souvenirs y sobre todo, la comida del festival. Obviamente la recogida de basuras se hace en los diferentes contenedores de reciclaje, esto no es nada nuevo. Pero, especialmente en las zonas ecológicas, se animará al visitante a hacer uso de esos contenedores, lo que según se mire, se puede convertir en un divertido juego, especialmente para los peques de la casa.
Bled va a su ritmo
Después del deporte y de comer bien, hay que regalarse una actividad pasiva en la que no hagamos más que disfrutar, sin tener que movernos. Por eso, durante el estío, la música se hace fuerte y toma el mando.
La propuesta más original de todas es el 27º Festival Etno de Okarina, del 27 de julio al 6 de agosto. Desde 1990, Bled organiza este Festival etno en el que todo el mundo es bienvenido. Su director, Leo Ličof es un conocido y dedicado amante de la música. Y no es fácil realizar esta labor durante más de 20 años seguidos si no eres decididamente el mejor en tu trabajo. La atmósfera que se crea os dejará sin palabras.
Pero es que Bled se transforma durante los meses de calor. Se convierte en una representación en vivo, tanto con artistas eslovenos como extranjeros y de nombres reconocidos internacionalmente. Multitud de personas se reúnen en los alrededores de la sala de conciertos, aunque muchos de estos son al aire libre. Los más bonitos son los de finales de julio, porque tienen lugar en el Castillo y eso los convierte en algo casi mágico que no os podéis perder. Durante agosto, los conciertos son en diferentes puntos a lo largo del paseo.
El panorama veraniego de Bled es intenso e interesante, y para que no os perdáis absolutamente nada, aquí os dejamos el programa en el que podréis encontrar los conciertos, festivales, exposiciones, masterclases y mucho más en lo que ya conocemos como el fabuloso 22 Festival de Bled. La música será la reina del lugar.