MADRID.- Después de varios meses desde la obligación de dejar todos los modelos de aviones Boeing 787 Dreamliner en tierra, el fabricante ha anunciado la realización de un vuelo de prueba de su modelo para analizar el comportamiento del rediseño de las baterías de litio. Los defectos en estas fuentes de alimentación provocaron el parón de más de dos meses en el nuevo modelo de Boeing, mayoritariamente adoptado por aerolíneas japonesas y de Oriente Medio.
El vuelo previsto durará dos horas y se realizará con salida y llegada en Everett, en el estado de Washington, donde la compañía tiene una de sus principales plantas de EEUU. El 787 que se probará, construido para la línea polaca LOT, lleva un nuevo sistema de baterías de litio para verificar que ya no tienen los fallos detectados hace dos meses en dos vuelos de compañías niponas en los que las baterías se sobrecalentaron e incendiaron. El pasado 12 de marzo la agencia federal de seguridad aérea de Estados Unidos (FAA) aprobó el plan de Boeing para solucionar el problema en las baterías de sus modelos 787 Dreamliner.
Así, el fabricante ha cambiado la manera en que las células de energía están colocadas en las baterías, ha introducido nuevos componentes para evitar cortocircuitos, ha mejorado el aislamiento para frenar la extensión de incendios y ha incluido sistemas de ventilación y reducción de la temperatura. Las autoridades de aviación de EEUU y Japón suspendieron las operaciones de este modelo el pasado 17 de enero tras detectar incendios eléctricos en dos vuelos de la línea japonesa All Nippon Airways. Después se sumó Europa a la suspensión.
Boeing compite, a través del 787 Dreamliner con el consorcio europeo Airbus y su A380. La suspensión de vuelos ha supuesto contratiempos para ocho aerolíneas que operan con estos aparatos y para el calendario de entregas de la aeronave. También le costará millones de dólares a Boeing.