Booking quiere el negocio de pisos turísticos de Airbnb

En el complicado mundo de la venta de noches de hotel y apartamento en Internet reinan dos gigantes que, de momento, no tienen una guerra abierta: Booking y Airbnb. Cada uno de ellos se ha centrado en su negocio principal, aunque poco a poco van ganando terreno en la parcela en que su competidor es fuerte.

Así, Booking se ha especializado en la venta de noches de hotel. La web del grupo estadounidense Priceline cuenta con la mayor oferta de alojamientos de todo el mundo y es una plataforma de reservas indispensable para los hoteleros por su alto volumen de visitas. Sin embargo, en el último año ha ido ganando cuota en el negocio de la reserva de apartamentos y de pisos turísticos. Un estudio de Phocuswright cuantifica que Booking ofrece uno de cada cinco alojamientos no hoteleros en los mercados europeos clave: Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido. En total, la web de Booking oferta 1,2 millones de alojamientos privados, entendiendo por tales los pisos turísticos y los apartamentos.

Aunque esta cifra se queda pequeña frente a la oferta de más de 4 millones de alojamientos no hoteleros de Airbnb, que supone el 50% de toda la oferta en los países europeos antes mencionados. Airbnb también está intentando introducirse en el segmento de las noches de hotel y ha abierto su plataforma a hoteles independientes y alojamientos boutique. Además, la empresa californiana ha cerrado acuerdos con empresas tecnológicas de distribución para facilitar la conectividad de sus sistemas con la de los hoteles que se integren al mismo.

No es raro que estos dos gigantes de las reservas de alojamientos hayan decidido penetrar en el negocio del otro. El mercado de reserva de noches en alojamientos supone más de 600.000 millones de dólares anuales. Además, sólo empresas de una envergadura considerable pueden obtener resultados en un mercado tan competitivo. Para conseguir reservas a través de sus webs, tanto Booking como Airbnb necesitan realizar inversiones mil millonarias en publicidad en Internet, que es el río donde pescan a sus clientes.

La competencia se produce entre dos empresas desiguales. Booking es una de las marcas del gigante estadounidense Priceline, que controla otros portales como Kayak. Cada año, esta multinacional gasta más de 3.700 millones de dólares en publicidad, el 92% en anuncios de Internet. Los datos de Airbnb no se conocen, porque no es una empresa cotizada en bolsa y no hace públicos sus resultados, pero el gasto en publicidad debe ser similar, puesto que la empresa californiana ronda los 10.000 millones de dólares de facturación.

La entrada de Booking en el negocio de pisos turísticos también afectará a la saturación de los destinos turísticos, ya que el potencial de reservas de esta plataforma se sumará al que ya posee Airbnb.

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