Constructoras y empresas de autobús se interesan por el transporte de viajeros en tren

Viajeros de Renfe abandonan un tren | Foto: Renfe

MADRID.- Desde hace un par de años, Renfe viene preparándose para la liberalización del transporte de pasajeros, que el Gobierno español está a punto de iniciar. La empresa de ferrocarriles públicos depende del Ministerio de Fomento, por lo que la estrategia para su modernización, aunque ha sido llevada a cabo por los ejecutivos de la misma, ha tenido un claro impulso político. Ana Pastor, la ministra responsable de este área, ya ha anunciado que de forma inminente se publicaán las condiciones para que las empresas interesadas se hagan con una licencia de transporte de viajeros. De momento, el negocio se encontrará en los trenes de alta velocidad, larga distancia e incluso algunas rutas de media distancia (trenes regionales). En Cercanías es más difícil la comptencia, ya que se trata de un servicio público en el que hay que garantizar una unidad de precios.

Según la agencia Europa Press, que cita fuentes del sector ferroviario, las constructoras Acciona, OHL, Ferrovial y Comsa-Emte, así como las empresas de transporte de autobús Alsa (del grupo británico National Express), Arriba-DB (del conglomerado alemán Deutche Bahn) e Inversiones Hemisferio (a través de Veloi Rail), empresa de inversión del Grupo Planeta, se han interesado por estas licencias. Que las grandes constructoras españolas se hayan interesado por este negocio no es extraño. Lo mismo sucede con las firmas de transporte en autobús. Sin embargo, es curioso que Inversiones Hemisferio vea una oportunidad en esta actividad. No es la primera vez que el vehículo inversor de la familia Lara, propietaria del Grupo Planeta, pone su dinero en el sector del transporte: Hemisferio fue uno de los inversores que pusieron en marcha la aerolínea Vueling en sus comienzos.

La intención de Fomento es que las licencias habiliten a las compañías que se hagan con ellas a explotar una ruta determinada en un horario concreto. Por ejemplo, el ministerio puede licitar la conexión ferroviaria Madrid-Barcelona entre las 10 horas y las 12 horas de la mañana. Aún no se conocen las condiciones concretas para el concurso, al que también se deberá presentar Renfe con una oferta determinada, ni los requisitos que tendrán que cumplir las empresas que se muestren dispuestas a operar las rutas que se saquen a concurso.

De esta forma, Fomento pone en marcha la segunda fase del proceso de liberalización del transporte de pasajeros en tren, que arrancó en julio de 2013, cuando la red ferroviaria se abrió para operadores con fines turísticos. En una fase final, la liberalización será total y cualquier empresa podrá prestar cualquier servicio por cualquier línea ferroviaria en competencia directa con Renfe. Con anterioridad, desde enero de 2005, el Gobierno español liberalizó el transporte de mercancías por tren, aunque los resultados no han sido los esperados por la poca flexibilidad de Fomento a la hora de conceder licencias y la falta de inversiones.

En cualquier caso, hay que esperar hasta que el Gobierno publique los pliegos de condiciones para conocer detalles importantes, como los criterios para asignar las licencias, qué condiciones económicas, de seguridad y de transporte de viajeros deberán cumplir las empresas interesadas, etcétera. A diferencia de otros sectores, como el aéreo, en el ferrocarril la liberlaización es más limitada, ya que sólo se cuenta con una red viaria para realizar los transportes, lo que limita los tiempos y la cantidad de trenes que pueden circular por la misma.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Renfe ha transportado 19 millones de pasajeros entre enero y septiembre en sus trenes AVE y de larga distancia, un 12,1% más que en el mismo periodo del año pasado. Ello es consecuencia de la nueva política de tarifas, abaratándolas, que la compañía aplica en el tren de alta velocidad, lo que ha llevado al incremento en el número de clientes. En el caso de la media distancia (trenes regionales), el número de pasajeros asciende a 23,5 millones hasta septiembre, un 2,7% menos que en los nueve primeros meses de 2012. Está clara dónde se encuentra la oportunidad de negocio. Cuando el sector se liberalice, muchos de estos pasajeros pasarán a las compañías competidoras de Renfe, aunque la empresa estatal, beneficiándose del monopolio que mantiene hasta la actualidad, se ha preparado a conciencia. Aún le queda la parte más dura: dividirse en cuatro sociedades y despedir a parte de sus trabajadores. Por ello, los empleados de Renfe mantienen una huelga el próximo 20 de diciembre.

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