Desde el 14 de marzo, el Gobierno español ha mantenido a los ciudadanos en un confinamiento parcial debido a la pandemia de coronavirus Covid-19 que ha llevado al cierre de bares, restaurantes, hoteles y centros de ocio. Desde el 4 de mayo, el ejecutivo que dirige Pedro Sánchez (PSOE) aplicará un plan para retomar la actividad económica de estos negocios con gran afluencia de personas.
Cada fase del plan, si el número de contagios en España sigue descendiendo, durará dos semanas. La fase 0 no permite la apertura de hoteles ni de establecimientos de alojamiento. Por su lado, los restaurantes y cafeterías sólo podrán abrir para preparar comidas o alimentos que recogerán los clientes o serán trasladados a sus domicilios. En ningún caso se permitirá el consumo de bebidas o alimentos en el interior o exterior de bares y restaurantes durante la fase 0.
En la fase 1, que se iniciará el 18 de mayo, los hoteles y otros alojamientos podrán abrir, excepto las zonas comunes. También habrá restricciones en restauración, que no han sido especificadas por el Gobierno en su plan, y se deberán reforzar las normas de salud, higiene y desinfección. En lo que se refiere a restaurantes y cafeterías, se abrirán las terrazas, pero sólo se permitirá que funcione el 30% de las mesas habilitadas por la licencia. Esto quiere decir que una terraza de diez mesas sólo podrá usar tres y con la separación mínima de 2 metros entre cada una. El interior de bares y restaurantes no podrá abrirse todavía.
José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, ha declarado en un audio enviado a los medios que estos aforos son “absolutamente inviables” desde el punto de vista económico. Yzuel considera “indignante” y de “tomadura de pelo” que no se hayan comunicado otras medidas que ha pedido el sector, como la extensión de los ERTE o la derogación de la cláusula que obliga al mantenimiento del empleo durante 6 meses a las empresas acogidas a estos expedientes, entre otras. La asociación calcula que bajo las condiciones expuestas por el Gobierno en su plan se podría producir el cierre de 85.000 establecimientos de restauración en España, el 30% de los abiertos antes de la declaración del estado de alarma. En el país mediterráneo existen más de 300.000 establecimientos de hostelería.
En la fase 2, que se iniciará el 1 de junio, los hoteles y alojamientos estarán autorizados para abrir las zonas comunes, pero sólo a un 30% de su aforo. Las zonas de restaurantes estarán sujetas a las limitaciones para este negocio, es decir, sólo podrán operar con un tercio de sus mesas. Por su lado, los bares y restaurantes podrán abrir, con un tercio de su aforo, pero sólo para dar servicio en mesa, no en la barra. Además, las mesas deberán guardar la debida separación (mínimo 2 metros) y se debe garantizar la separación entre clientes. Las discotecas y los bares nocturnos seguirán cerrados.
En la fase 3, previa a que se levanten las restricciones y que se iniciará el 15 de junio, los hoteles y alojamientos podrán ampliar el aforo de sus zonas hasta la mitad. Los restaurantes y bares de hoteles se regirán por la normativa para estos establecimientos. Asimismo, bares, restaurantes y cafeterías podrán ampliar sus clientes hasta la mitad del aforo permitido, siempre que haya garantías de separación entre clientes. En la barra se permitirán personas, siempre que entre ellas exista una separación mínima de 1,5. En las terrazas se podrán usar la mitad de las mesas permitidas por la licencia. Discotecas y bares nocturnos podrán abrir, pero sólo al 30% de su aforo.
La fase 3 durará hasta el 28 de junio, momento a partir del cual se iniciará lo que Pedro Sánchez ha calificado como “nueva normalidad”, que es un eufemismo para referirse a una situación social y económica en la que se primará el distanciamiento físico y las medidas de higiene. Este término también se refiere a la posibilidad de que haya nuevos confinamientos de ciudadanos en función de cómo evolucionen las infecciones por Covid-19 y de cómo puedan absorberlas el sistema sanitario español. Hasta que no exista una vacuna o un conjunto de medicamentos que mitiguen los efectos perjudiciales del virus, las restricciones en cuanto a movilidad y aforos en hoteles, restaurantes y bares se mantendrán.
En lo que respecta a los viajes, los vuelos con pasajeros seguirán suspendidos hasta que exista un acuerdo internacional sobre las medidas para garantizar la salud de los pasajeros. Es muy probable que se pongan en marcha controles médicos en los aeropuertos y que se deba volar con mascarilla y con aviones a un tercio o la mitad de su capacidad. Por lo que se refiere a los viajes en coche dentro de España, sólo se podrán realizar en la misma provincia. A partir de la fase 3, los ciudadanos podrán desplazarse a otras provincias que hayan superado la fase 3.
Sánchez ha explicado que cada provincia española transitará por cada una de las fases de forma independiente y en función de un conjunto de indicadores que mostrarán la evolución de la epidemia y el control sanitario de la misma. Es decir, es muy probable que provincias como Ávila se encuentren en fase 3 antes de lo esperado, mientras que Madrid, donde la epidemia ha golpeado con más fuerza, puede quedar en fase 1 o 2 durante más tiempo. Hasta que las dos no hayan superado la fase 3, los ciudadanos que residen en Madrid no podrán viajar a Ávila.
El presidente del Gobierno también ha explicado que las fechas para cada una de las fases son mínimos, es decir, que en función de cómo evolucione la epidemia en las provincias, estas fechas se podrán ampliar. Con el plan diseñado por el Gobierno, las restricciones de movimientos y deambulatorias se extenderán, como mínimo, tres meses y medio desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo.