El Gobierno español ha iniciado una campaña propagandística para aportar datos tergiversados sobre el turismo, uno de los pocos sectores que han capeado la crisis, y con las elecciones generales de 2015 a la vuelta de la esquina. La última escena ha tenido que ver con las cifras de gasto turístico. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, ha declarado que “el gasto total de los turistas internacionales [que han llegado a España] en 2014 superó los 63.000 millones de euros, con un avance del 6,5% con respecto al año anterior”. Sin embargo, la realidad de los propios datos gubernamentales desmiente a Rajoy.
Egatur, la encuesta de gasto turístico elaborada por el Instituto de Estudios Turísticos (IET), organismo que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, especifica que el gasto de los turistas que llegaron a España fue de 63.093,63 millones de euros en 2014. ¿Dónde está la manipulación? En que el propio estudio de Egatur divide ese gasto en dos conceptos. Primero, el gasto que los turistas extranjeros realizan en su país para venir a España, que en 2014 alcanzó la cifra de 28.852,88 millones de euros, un 8,35% más que el año pasado. En segundo lugar, el gasto que los turistas extranjeros realizan en España, y que es el que repercute efectivamente en la economía del país mediterráneo, que llegó a los 34.240,74 millones de euros en 2014, un 4,97% más que hace un año. Esta es la cifra que realmente se han dejado los turistas extranjeros en España y no la de 63.000 millones, cacareada por Rajoy.
Para redondear más el desatino, el presidente del Gobierno español sentenció en el Spain Global Tourism Forum, un foro internacional sobre turismo convocado en Madrid, que “vienen más [turistas], gastan más, ingresamos más”. Nuevamente, las cifras oficiales desmienten a Rajoy. Según Egatur, el gasto medio en el destino de cada turista ascendió a 527 euros de media en 2014, un 2% menos que hace un año. Además, el gasto medio diario de cada turista el año pasado se quedó en 59,4 euros, un 1,1% menos. Es decir, que los turistas que llegan al país europeo no gastan más. Entonces, ¿cómo es posible que el gasto total crezca? Muy sencillo: el número de visitantes extranjeros a España llegó a los 64,99 millones de personas en 2014, un 7,1% más. En otras palabras, el gasto se ha incrementado porque el número de turistas ha crecido, pero no porque gasten más.
El turismo español funciona, pero en muchos casos por inercia y por las rentas procedentes de varios lustros. El producto de sol y playa es el que atrae a numerosos turistas de Reino Unido, Francia o Alemania, los principales caladeros de turistas para el país mediterráneo. Sin embargo, este turista tiene un gasto medio menor con respecto a otros que buscan atractivos diferentes en España. Mientras tanto, el elevado patrimonio histórico, cultural, gastronómico y natural del país se desaprovecha y languidece. Este medio ha desgranado alguna de las patas que podrían modificar el modelo turístico español y conseguir un turista más cualificado, culto, y con un gasto elevado.
¿Por qué es importante conseguir un turista diferente? Por varios motivos que afectan de forma directa a la sociedad española. Un visitante interesado por la naturaleza puede revitalizar los destinos del interior español, generando riqueza y empleo en regiones prácticamente deshabitadas y con una economía muy agraria. Por su lado, el turista interesado en la cultura española, por ejemplo en los museos, dejará más dinero en las ciudades que los albergan, en negocios como comercios, restaurantes, posibilitando la creación de empleo. Lo mismo sucede con el visitante atraído por el inmenso patrimonio histórico español, que en ciudades más pequeñas puede revitalizar sus comercios y negocios de servicios. Es decir, que aplicar una política turística que mire más allá de las playas del litoral mediterráneo y las islas de los archipiélagos canarios y balear es fundamental para un país con un 24% de paro.
Formas de contabilizar ingresos y gastos
España cuenta con dos estadísticas para contabilizar los ingresos y los gastos que los turistas realizan en el país. Por un lado, Egatur, que es una encuesta donde se registra el gasto que los turistas han realizado. Por otro lado, la balanza de pagos del Banco de España, cuyos datos son los que se envían a la Comisión Europea y se contabilizan de forma similar en todos los países de la Unión Europea.
Gasto e ingreso son dos términos diferentes y que no tienen porqué coincidir de manera simétrica. Con todo, el Banco de España registró en 2013 (últimos datos completos disponibles) unos ingresos por turismo y viajes de 47.110 millones de euros. Por su lado, Egatur contabilizó para el mismo año un gasto de los turistas en los destinos españoles de 32.619 millones de euros. Un desfase de 15.000 millones que se puede explicar por las diferentes formas de medir cada magnitud y que arrojan poca luz sobre las cifras.
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