MADRID.- Las casas rurales no atraviesan uno de sus mejores momentos. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en junio las pernoctaciones (noches que pasan los turistas en estos alojamientos) han caído un 10,33% con respecto al mismo mes de 2011. Es una de las peores cifras que han registrado estos establecimientos en los últimos años. Además, las noches de los turistas residentes en España descienden un 18,46%, lo que muestra el impacto del consumo mínimo de los españoles. El único dato positivo es el incremento del 16,27% en el número de pernoctaciones de los extranjeros en junio de 2012.
Pero, para conocer las causas de los problemas que aquejan al turismo rural es mejor pasar a los datos absolutos. Para empezar, el número de turistas. En lo que llevamos de 2012 se han alojado en casas rurales 1,12 millones de turistas. De ellos, el 86,3% son españoles y el resto extranjeros. Esto ha provocado que la crisis de consumo afecte de forma muy directa al turismo rural. Joseba Cortázar, director de Comunicación del portal especializado Toprural, comenta que los españoles “han reducido la frecuencia de salidas y la estancia media, ya que la gente espera a julio y agosto” para pasar sus vacaciones.
Por su lado, Ana Alonso, directora de comunicación de Escapadarural, directorio de este tipo de alojamientos, comenta que “el sector atraviesa una situación complicada, con un mes de julio en el que la ocupación apenas ha superado el 20% y un mes de agosto en el que ascenderá sólo al 37,9% de media”. Tanto Cortázar como Alonso confían en que las reservas de último minuto permitan elevar las cifras.
Sobreoferta y falta de demanda
Otro de los problemas que aquejan a las casas rurales es que, con la demanda en caída, el número de alojamientos rurales abiertos ha seguido aumentando. Los datos del INE indican que en junio comercializaban sus habitaciones 15.786 establecimientos de turismo rural en España, un 2,4% más. Pero es que, en los años que España lleva de crisis, la cifra no se ha moderado, sino que ha aumentado. Así, a finales de 2007 el número de casas rurales era de 11.719, mientras que en diciembre de 2011 alcanzaba las 14.796 casas, un 26,2% más. Y ello en un periodo en el que el PIB de España (la riqueza que genera el país) ha caído más de un 4% en tasas internanuales y la tasa de paro se ha situado en el 24%.
A pesar del mal momento económico, el número de turistas ha crecido. En 2007 se alojaron en una casa rural un total de 2,64 millones de turistas, mientras que en 2011 el número creció hasta los 2,72 millones, un 2,7% más. Como se aprecia, el aumento de los turistas no ha sido suficiente para compensar el crecimiento del 26% en el número de casas abiertas. Otro tanto ocurre con el número de plazas ofertadas. Los datos del INE señalan que en todo 2007 hubo 1,24 millones de plazas disponibles en alojamiento de turismo rural, mientras que en 2011 este número creció hasta 1,65 millones, un 33,3% más. Y ello con porcentajes de ocupación menguantes: en 2007 se ocuparon el 20,5% de las plazas, mientras que en 2011 fueron el 14,9%.
¿El turista extranjero?
Desde siempre se viene repitiendo en el sector, como un mantra, que el visitante de fuera de España puede ser la salvación para el turismo rural. El cliente foráneo es el que está permitiendo al sector turístico español atravesar la crisis con éxito, como muestra el incremento de llegadas y el de gasto. Sin embargo, no todos los segmentos se aprovechan por igual y el rural es uno de ellos. En opinión de Joseba Cortázar “hay que hacer que el turismo rural sea más atractivo” para el visitante extranjero. Cortázar refiere que el propietario aún tiene cierto miedo a contactar con el visitante extranjero y en muchas ocasiones no está preparado para recibirle. Para demostrarlo da un dato: sólo el 13% de los establecimientos del directorio de Toprural tienen su ficha traducida al inglés.
Pero, ¿es tan importante el visitante de fuera? En los datos absolutos, el turista extranjero tiene muy poco peso. En lo que va de año, sólo el 13,7% de los clientes que se han alojado en casas rurales eran de fuera de España, según los datos del INE. Con todo, la cifra es mejor que la del primer semestre de 2007, cuando un 9,9% de los turistas en el mundo rural eran extranjeros. En lo que sí gana el cliente foráneo es en el número de pernoctaciones: cada uno pasa un promedio de 4,17 noches hasta junio, frente a las 2,19 noches de los españoles. Aunque, eso sí, el número de noches de los extranjeros se ha reducido con respecto al primer semestre de 2007, cuando era de 4,69 de media. Aunque este último dato puede ser consecuencia del incremento de visitantes.
Por su lado, Ana Alonso recuerda que “la ocupación de alojamientos rurales por parte de no residentes en España en 2011 también representó en los meses de julio a septiembre la mayor proporción en todo el año”. No obstante, los meses de verano también son los de mayor ocupación para el turista nacional, como se ha mencionado anteriormente. Para Alonso, “los datos del INE reflejan un crecimiento progresivo de la demanda proveniente de otros países, aunque el principal mercado del turismo rural nacional es el propio cliente español”.
Puntos de mejora
Joseba Cortázar concluye que el turismo rural “no es capaz de atraer al turista extranjero”. En opinión del responsable de comunicación de Toprural, los establecimientos y la administración deberían mejorar en varios aspectos, como la simplificación de la oferta, hacer más entendible las características de los alojamientos, un sistema de compra más sencillo y la promoción del turismo rural en el extranjero.
La creación de un sistema de clasificación uniforme para toda España (como las estrellas de los hoteles), la promoción exterior y la posibilidad de atender al cliente en su idioma son las claves para hacer que el turista extranjero se decida por los alojamientos españoles.
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