MADRID.- Desde hace dos años aproximadamente, Cuba viene sufriendo una apertura en su controlado sistema económico. Uno de los pasos más interesantes que ha dado el Gobierno comunista de la isla centroamericana ha sido la posibilidad de que los cubanos puedan abrir negocios privados en un país donde el Estado rige la economía. Además, el Ejecutivo dirigido por Raúl Castro (y su hermano, el histórico Fidel Castro, en la sombra) ya relajó las condiciones para que los cubanos pudiesen salir de la isla.
En esta política aperturista le ha llegado al turno al sector turístico. El Gobierno ha aprobado la resolución 145 de 2013 del Ministerio de Turismo, que permite a las empresas turísticas y agencias de viajes, controladas por el estado cubano, contratar el alojamiento para grupos de turistas en viviendas particulares cuyos propietarios estén autorizados para alquilarlas. Lo mismo sucederá con las excursiones, la restauración y otras actividades con empresas privadas. De esta manera, las agencias turísticas tienen ahora permiso para usar cerca de 1.700 restautantes privados, comercializar hasta 5.000 camas o contratar con empresas de transporte. Asimismo, las empresas privadas también pueden ofrecer comidas para trabajadores, realizar trabajos de jardineria u ofrecer otros servicios a los hoteles de propiedad estatal, por ejemplo.
La resolución establece que “para cualquier relación económico-financiera entre las entidades del Sistema de Turismo y el trabajador por cuenta propia se deberán concertar contratos con todas las especificaciones técnicas de calidad, garantías y posventa, en correspondencia con la complejidad del servicio”.
Además de alojamientos, restaurantes o excursiones, el sistema turístico cubano también podrá contratar hasta 28 modalidades de servicios prestados por particulares, como trabajos de albañilería, carpintería, cerrajería, cristalería, electricistas, jardineros o servicios de construcción, reparación y mantenimiento de inmuebles.
Según los datos oficiales cubanos, desde que en 2010 se permitió el trabajo por cuenta privada en Cuba, este sector ha crecido un 18%, aunque de momento solo representa un 2% en la economía del país. Uno de los efectos de esta permisividad con el trabajo privado ha sido la proliferación de restaurantes no estatales y alojamientos privados con licencia para alquiler. Se calcula que en la isla hay más de 2.200 restaurantes, así como unas 6.200 habitaciones y 950 viviendas de particulares con licencia para alquiler.