Han tenido que pasar 36 años de sistema democrático para que España cuente con un portal en el que la Administración y el Gobierno se desnuden para que los ciudadanos conozcan algunas de sus intimidades pagadas con los impuestos de todos. El denominado portal de Transparencia, que da cumplimiento a parte de la ley con el mismo nombre, ha publicado los sueldos de los cargos de la administración española. En el caso del Ministerio del Industria, Energía y Turismo, que es el que gestiona la política turística nacional, se han conocido los salarios del ministro, los secretarios de Estado y algunos responsables de menor rango. De algunos de estos datos ya se tenía constancia, puesto que son públicos al figurar anualmente en los Presupuestos Generales del Estado.
En el caso de José Manuel Soria, el ministro cobra 73.497 euros anuales. Como se verá a continuación, a pesar de que Soria es el responsable ministerial y de la política de su departamento, donde se agrupan tres áreas de una importancia capital como son Industria, Energía y Turismo, que suponen más del 24% de la riqueza que se genera en España, es decir, unos 240.000 millones de euros, su sueldo es el más bajo. En la administración española se da el curioso efecto de la pirámide invertida: a menor responsabilidad, mayor sueldo.
Por ejemplo, Isabel Borrego, la secretaria de Estado de Turismo, cobró en 2013 un sueldo de 108.414 euros. El puesto de secretario de Estado sería equivalente al de viceministro y es un cargo que se ocupa de desarrollar las políticas fijadas para un área concreta del departamento ministerial, impulsando la misma y dando cuenta al ministro competente. Dependiente de la secretaría de Estado de Turismo se encuentra el Instituto de Turismo de España (Turespaña), entidad pública que se encarga de promocionar el país mediterráneo en el exterior, pero también de coordinar políticas turísticas con las comunidades autónomas, entre otras tareas. Los datos que figuran en el portal de transparencia se refieren a 2013, cuando el cargo de director de Turespaña fue ocupado por dos personas. Hasta septiembre de ese año, Manuel Butler desempeñó el puesto y cobró 70.982 euros. Desde esa fecha hasta final de año, Marta Blanco es la directora y su sueldo ascendió a 24.359 euros por el último trimestre de 2013. Es decir, en total, el puesto de director de Turespaña está remunerado con 95.341 euros anuales, aunque no es una cantidad exacta, puesto que en los salarios de ambos directores se incluyen los trienos a los que tienen derecho por ser funcionarios de la administración.
Además de los cargos oficiales, del Ministerio dependen dos empresas públicas relacionadas con el turismo. La más reconocida es Paradores de Turismo, la cadena pública de alojamientos, que preside Ángeles Alarcó, ex mujer del ex ministro de Economía Rodrigo Rato, y cuya retribución en 2013 alcanzó los 173.183 euros. La cadena se encuentra en pérdidas desde hace cinco años, ha realizado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) entre sus trabajadores y se ha visto obligada a cerrar Paradores en determinadas épocas del año, cuando su ocupación no los hace rentables.
La otra empresa pública de relevancia es Segittur, una sociedad encargada de dar impulso a proyectos que unen tecnología y turismo. Su presidente, Antonio López de Ávila, percibió en 2013 un sueldo de 138.466,63 euros. Esta empresa percibe la mayor parte de su facturación a través de negocios con otras entidades del sector público y para sus desarrollos también usa a otras empresas privadas. Por ejemplo, en el proyecto de resideño del portal de Turespaña, en el que se incluyó un metabuscador, se recurrió a Skyscanner, empresa escocesa, que incluyó su motor de búsqueda de vuelos, hoteles y coches en la web que promociona el país. La adjudicación se realizó a través de un procedimiento legal, pero opaco.
La política turística de España es peculiar y está descentralizada. Es decir, cada comunidad autónoma se ocupa de realizar la guerra por su lado y tiene facultades para promocionarse en el exterior y para regular su sector turístico. Ello provoca disfunciones en todo el país, con normas diferentes para los alojamientos, por ejemplo, o con acciones de márketing descoordinadas. Desde que el Gobierno del Partido Popular accedió al poder en 2011, en el ministerio de Turismo se han ocupado en intentar agrupar la promoción del destino España a través de un mensaje conjunto que difunde Turespaña. Pero es difícil por las actitudes políticas y los desencuentros con regiones como Cataluña. En realidad, los cometidos de la secretaría de Estado de Turismo se limitan casi exclusivamente a la firma de acuerdos y convenios con asociaciones, empresas y destinos de difícil desarrollo y medición, ya que muchos de ellos no están dotados con recursos económicos.