Díaz Ferrán escondió “millones de euros” antes de quebrar Marsans

Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de CEOE y expropietario del Grupo Marsans

MADRID.- Poco a poco se va destejiendo la madeja del Grupo Marsans, propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y el fallecido Gonzalo Pascual, y que quebró a mediados de 2010. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha acusado a Díaz Ferrán y al empresario Ángel de Cabo de esconder en el extranjero “millones de euros” procedentes del vaciamiento del Grupo Marsans para eludir el pago a sus acreedores, según un auto notificado la pasada semana. Hace pocas semanas, el juzgado mercantil número 12 de Madrid declaró la culpabilidad de Díaz Ferrán en la quiebra de Marsans.

El juez de instrucción explica que este dinero se encuentra distribuido en cuentas bancarias o colocado como activos de empresas interpuestas, algunas de ellas en países con extrema opacidad o en paraísos fiscales. “Al margen de eludir una fiscalidad superior en España”, esconder estos fondos tiene como finalidad evitar el reintegro de los créditos a los acreedores. Además, el magistrado explica que durante los interrogatorios ha concluido que algunos de los imputados “continúan ejerciendo actividades encaminadas a ampliar el vaciamiento patrimonial de las empresas del Grupo”.

El titular del Juzgado de Instrucción número 6 ha designado como administradores judiciales de 35 empresas satélites del Grupo a los actuales gestores del concurso de acreedores de la mercantil Viajes Marsans. Además, el magistrado señala que muchas de estas empresas continúan generando ingresos y mediante su control se evitará la continuación delictiva del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y el empresario Ángel de Cabo.

Díaz Ferrán y De Cabo se encuentran en prisión desde el pasado mes de diciembre con fianzas de 5 y 3 millones de euros, respectivamente. Ninguno ha abonado las mismas de momento (la de Díaz Ferrán fue reducida tras un recurso de apelación). Velasco concluye que Díaz Ferrán y su Pascual diseñaron en colaboración con el empresario Ángel de Cabo “una estrategia para alzarse con sus bienes aparentando su insolvencia patrimonial”. La misma consistía en el traspaso del Grupo Marsans, propiedad de Díaz Ferrán, y de su patrimonio personal a las sociedades de De Cabo para crear, de esta forma, “una aparente insolvencia evitando así que sus acreedores, no sólo empresas, sino trabajadores, pudieran satisfacer sus créditos”. A cambio, De Cabo se comprometía a entregar 100.000 euros mensuales a los empresarios hasta que ambos recibieran una suma de 8 millones de euros.

Quiebra culpable

Hace pocas semanas, el juzgado mercantil que se encarga de decidir sobre el concurso de acreedores de Viajes Marsans y sociedades relacionadas declaró la culpabilidad de Díaz Ferrán y Pascual en el mismo. Es decir, que ambos empresarios fueron responsables de la quiebra de la compañía y de la imposibilidad de hacer frente a sus deudas, más allá de la falta de negocio que pudiese llevar a la empresa a terminar sus operaciones.

Como consecuencia, Díaz Ferrán tendrá que hacerse cargo de las deudas del Grupo Marsans, más de 400 millones de euros, junto con la herencia yacente (no aceptada) de Gonzalo Pascual. Si el juez Eloy Velasco consigue recuperar parte de los fondos de desviados de Marsans, los trabajadores, acreedores y, quizá, los clientes podrían cobrar parte de sus deudas.

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