MADRID.- Mientras en España se producen recortes presupuestarios en servicios tan sensibles como sanidad, educación o dependencia, Castellón (Comunidad Valenciana) se permite el lujo de mantener un aeropuerto inoperativo (ver análisis sobre aeropuertos), pero que provoca gastos. Según el informe de la Cuenta General de la Generalitat Valenciana, Aerocas, la sociedad pública que gestiona este aeródromo, perdió 8,4 millones en 2011, con lo que las pérdidas acumuladas ascienden a 23 millones de euros.
Sin embargo, detrás de las grandes cifras se esconden datos más llamativos. Por ejemplo, Javier García, director general de aeropuerto, ha cobrado un sueldo anual de 88.104 euros en 2011. De esta cantidad, 46.029 euros se corresponden con el desempeño de su cargo, mientras que 42.074 euros los ingresa al desempeñar el cargo de director de vigilancia y control del contrato y obra del aeropuerto. Es decir, que en una misma empresa pública García obtiene dos salarios.
El sueldo de García, en un aeropuerto que no recibe vuelos desde su inauguración, ha aumentado en 3.900 euros con respecto a 2010. Este incremento supone una infracción de la Ley de Presupuestos de Valencia, que preveía la reducción de un 15% de los salarios de directivos de empresas públicas, a tenor de las reducciones salariales que se vienen dando en el sector público.
Otros datos significativos: Aerocas cuenta con siete empleados (un directivo, tres mandos intermedios y tres administrativos) y el coste de personal total en 2011 fue de 368.865 euros. Es decir, el salario medio es de 52.695 euros. Con todo, el global es menor al de 2010, cuando se situó en 382.215 euros.
El aeropuerto no funciona, no aterrizan ni despegan vuelos del mismo. No atiende a pasajeros, ni a empresas. Aún así, la infraestructura se ha gastado 5 millones de euros en publicidad, propaganda y relaciones públicas en 2011. En marzo de 2011, la Generalitat firmó un préstamo de 33,8 millones de euros para el aeropuerto sin aviones.