El Gobierno de EEUU paraliza la fusión de American Airlines y US Airways

American Airlines y US Airways, ¿se fusionan? | Foto: American Airlines

MADRID.- El Gobierno estadounidense puede haber dado un tiro de gracia a la fusión entre American Airlines y US Airways. El Departamento de Justicia ha ordenado a la fiscalía que recurra la unión de ambas aerolíneas (que todavía no se ha producido) por ser perjudicial para los intereses de los consumidores. De esta manera, el Gobierno estadounidense no da el visto bueno antimonopolio para que nazca una de las mayores compañías aéreas del mundo.

La decisión gubernamental puede tener serias consecuencias, sobre todo para American Airlines (AA). La compañía estadounidense se encuentra en quiebra, supervisada por un juzgado, y la fusión con US Airways era clave para que AA saliese de la quiebra y pudiese volver a conseguir beneficios. Tanto el juez responsable de  gestionar la quiebra como los acreedores de AA habían aceptado la fusión como medida para dejar la bancarrota. Además, la fusión de ambas aerolíneas se veía como normal en un mercado como el aéreo, caracterizado por las fusiones desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

American Airlines y US Airways tenían pensado completar la fusión en el tercer trimestre de 2013, pero la perspectiva de un juicio antimonopolio retrasará la unión hasta primeros de 2014. Siempre que la fusión se produzca y el tribunal que juzge si puede existir una posición de monopolio con la misma interprete que no se rompen las reglas del libre mercado. Tanto AA como US Airways han anunciado que batallarán en los tribunales para demostrar que su fusión no afecta negativamente a los usuarios y el resto del sector. De momento, a la demanda presentada por el Departamento de Justicia se han unido seis fiscales estatales y el fiscal del Distritito de Columbia.

Para Justicia, la unión de AA y US Airways afectaría a la competencia porque provocaría que sólo cuatro aerolíneas controlasen el 80% del mercado estadounidense de vuelos. Eric Holder, fiscal general de los EEUU, ha explicado que “la transacción significaría que los consumidores pagarían el precio, con precios más altos y menos opciones”. Según el Wall Street Journal, la principal preocupación de los inversores es que si se obliga a Aimerican Airlines a seguir independiente, la aerolínea podría intentar crecer hasta los niveles de Delta Airlines y United Continental (firmas resultantes de otras fusiones), lo que provocaría que hubiese una sobrecapacidad en el mercado estadounidense y los beneficios por acción se redujesen.

Si la fusión se produce finalmente, el gigante que nacerá no es nada despreciable: 94.000 empleados, 950 aviones, 6.500 vuelos diarios y unos ingresos que rondarán los 39.000 millones de dólares anuales (29.095 millones de euros).

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