MADRID.- Llega el turno de la racionalización, a ojos del Gobierno, a los trenes de Media Distancia. Se trata de aquellas circulaciones que sirven para unir provincias limítrofes o que no cuentan con trenes de alta velocidad y larga distancia. Esta ha sido una de las formas de conectar diversas zonas del país. Ahora, el Gobierno se plantea sustituir los trenes de media distancia que tengan un alto coste por su baja ocupación por otros tipos de transportes, como los autobuses.
“Existen servicios ferroviarios con una bajísima ocupación y un alto coste, y sería razonable revisar su situación, porque, en ocasiones, tendría más sentido un transporte en autobús que un corredor ferroviario”, ha señalado Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, en una comparecencia en el Senado. Así, Catalá ha adelantado que el Ministerio de Fomento definirá en los próximos meses las obligaciones de servicio público de los trenes de media distancia. En principio, la eliminación de trenes no se hará a las bravas y Catalá ha explicado que el Ejecutivo revisará junto con las comunidades autónomas que servicios deben estar garantizados mediante un estudio por corredores y cuáles pueden ser sustituidos por otros medios de transporte.
El Gobierno también se plantea revisar las relaciones entre Renfe y la administración pública para localizar los fondos que recibe y se haga un análisis exhaustivo de los costes asociados, sobre todo en el transporte de mercancías. Aunque no lo ha dicho abiertamente, el Gobierno se está planteando abrir el transporte de pasajeros a la iniciativa privad. Catalá ha advertido que se revisará la estructura de gastos de Renfe y ha señalado a los más de 14.000 empleados de la compañía para justificar la complejidad de la misma. En los últimos meses Renfe está modernizando su estrategia comercial con medidas como eliminar el cobro de cargos de gestión en la compra de billetes vía web o permitir la combinación de varios viajes en distintos medios.