MADRID.- El juez que instruye el caso del accidente del Alvia ocurrido en julio de 2013 a pocos kilómetros de Santiago de Compostela apunta directamente a los responsables de Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias, como responsables criminales del mismo. De esta forma, el magistrado Luis Aláez, titular del juzgado de instrucción número 3 de Santiago, además de imputar la responsabilidad directa del conductor del convoy, donde murieron 79 personas y resultaron heridas un centenar, también se refiere a la responsabilidad de los responsables de Adif.
En un auto publicado el 13 de febrero (que se puede consultar más abajo), Aláez manifiesta que la elección del sistema de seguridad ASFA, menos preciso y avanzado que el ERMTS que se usa en las líneas de alta velocidad, “ha supuesto un quebrantamiento por aquéllos [los responsables de Adif] de su deber primordial de velar por la seguridad de los usuarios de la línea para primar intereses puramente comerciales, lo que no podría considerarse socialmente tolerable”. En la resolución judicial, el juez aporta datos para sostener que el tramo entre Ourense y Santiag de Compostela es de alta velocidad, en contra de lo que sostiene Adif, por lo que en el mismo debería haberse usado el sistema ERMTS, que habría frenado automáticamente el tren cuando el maquinista no hubiese respetado la velocidad marcada. Hay que recordar que la causa inmediata del accidente fue que el conductor del convoy, Francisco José Garzón, por un despiste entró a 190 kilómetros por hora en una curva con velocidad limitada a la mitad, lo que provocó el descarrilamiento del tren.
En el auto, el juez explica que la libertad de los responsables de Adif para decidir qué sistemas y criterios usar en la construcción de líneas ferroviarias se acaba en la obligación de garantizar la seguridad de los clientes, reduciendo al máximo los potenciales peligros existentes. Los repsonsables de Adif, “al incrementar el riesgo con su decisión de crear una línea de las características expuestas, debieron de observar medidas de seguridad más extensas y adecuadas a la situación creada, es decir, a la entidad y frecuencia del riesgo generado con la retirada del ERTMS, que daba protección al tránsito de trenes en el tramo en el que se produjo el accidente, la curva de Angrois, particularmente peligroso”.
No es la primera vez que el juez Aláez apunta a los responsables de seguridad de Adif, a los que ya imputó con anterioridad en la causa. Sin embargo, esta imputación se dejó sin efecto por la Audiencia Provincial de La Coruña y ahora parece que el juez está acotando más los responsables y recopilando pruebas e indicios para construir una nueva argumentación que permita exigir responsabilidades a estos responsables. Desde el primer momento del accidente, el Ministerio de Fomento, en la figura de su responsable Ana Pastor, Renfe y Adif, a través de sus presidentes, cargaron la responsabilidad sobre los hombros de Garzón, el conductor del convoy. Sin embargo, a medida que ha avanzado la investigación judicial se han ido conociendo detalles que apuntan a que Adif no diseñó de forma correcta la línea de alta velocidad en la que se produjo el accidente el 24 de julio de 2013.
En cualquier caso, en su auto el juez no realiza imputaciones delictivas, sino que se limita a enunciar todas sus conclusiones para ordenar que se adelante un dicatmen de los peritos expertos que apoyen o no sus tesis y proceder a la incorporación a la causa de diversa documentación y otras testificales. Especialmente relevante es una carta que aporta el conductor del tren siniestrado, junto con un informe de seguridad, sobre una incidencia similar a la de la curva de Angrois en la que se produjo el accidente, pero en la línea de AVE Madrid-Sevilla.