Este verano es una oportunidad fantástica para conocer algunos de los museos más interesantes, pero menso famosos del mundo durante nuestros viajes de vacaciones. La agencia de viajes online Viajar.com ha realizado una selección de los museos más sorprendentes del planeta, donde es posible encontrar desde una gran colección e inodoros hasta las mejores falsificaciones, instrumentos de tortura o los más sofisticados y extravagantes sistemas de espionaje que existen.
Probablemente los autores y propietarios de estas singularidades no figuran en las grandes enciclopedias ilustradas, pero es seguro que los visitantes sorprenderán a sus acompañantes con la elección y disfrutarán de una jornada lúdica para recordar.
Algunos de estos interesantes y originales museos son el de la Falsificación de París, fundado en 1951 por los fabricantes franceses, reúne más de 300 piezas que incluyen desde reproducciones de escasa calidad a otras capaces de hacer dudar a los expertos más audaces. Más insólito pero igualmente curioso es el Museo del Orinal de Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde la familia Del Arco ha logrado reunir más de 1.300 bacinillas y objetos de aseo íntimo a la largo de las últimas décadas. Originarios de 27 países diferentes, esta colección incluye orinales de hojalata, madera, cerámica, porcelana, piedra, barro, cristal, oro, plata e incluso uno del tamaño de un garbanzo, realizado por un joyero sueco en platino.
En esta misma línea encontramos también el Museo del Inodoro de Delhi, donde es posible conocer la historia y evolución de estos originales utensilios desde el año 2.500 antes de Cristo así como las normas de utilización en India. Una de sus piezas más destacadas es una réplica del trono de Luis XIV que incluye un inodoro camuflado, donde el monarca podía atender sus audiencias y relajar tensiones corporales al mismo tiempo.
Quizá uno de los más extravagantes sea el Museo del Pene, en Husavik (Islandia). Sin duda, un elemento de atracción turística para una pequeña ciudad apenas conocida por el avistamiento de ballenas. Entre sus casi 300 obras expuestas destaca un pene de cachalote, conservado en formol, que mide 170 centímetros. Menos lúdico es el Museo de la Inquisición o Museo de la Tortura, en Santillana del Mar (Cantabria). Símbolo de la condena a la atrocidad medieval, se trata de una recopilación de aparatos de tortura, entre originales y réplicas, que forman parte de la historia y leyendas España hasta la época industrial.
El Museo Internacional del Espionaje (Washington) es uno de los más visitados de la ciudad desde su apertura en 2002. De titularidad privada, suma más de 600 objetos que relatan la historia del espionaje y los espías en la vida real y la ficción. El museo cuenta con exposiciones sobre terrorismo, la Guerra Estadounidense y la Guerra Fría. A su singularidad se suman los rumores sobre la antigua pertenencia de algunos de sus miembros a la CIA, acrecentando la leyenda al más puro estilo americano.
El Museo del Chocolate de Barcelona es un lugar preparado para la explosión de los sentidos, donde los más atrevidos pueden demostrar sus habilidades construyendo sus propias creaciones de chocolate o incluso organizar una fiesta de cumpleaños llena de sabor. En Berlín encontramos el Museo de la Salchicha, un lugar perfecto para conocer la historia y naturaleza de uno de los productos alemanes más populares: la salchicha alemana cortada en trozos y cubierta con una salsa picante de tomate.
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