MADRID.- La continua llegada de turistas extranjeros a España tapa dos realidades que muchas veces no quieren verse por los políticos responsables de este área en las comunidades autónomas y en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Por un lado, el hecho de que las comunidades de interior dependen del turista español, muy afectado por la crisis. En segundo lugar, que las empresas turísticas no son inmunes a la recesión que vive el país ni a las subidas continuas de impuestos y otras tasas. José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, lo dijo claro en la última presentación del informe de perspectivas turísticas que elabora este lobby: “tenemos gran preocupación y rechazo por las recientes intenciones de diversos gobiernos autonómicos de implantar nuevas tasas pensando que el turismo lo aguanta todo”.
Zoreda se refería a los rumores de que ciertas regiones están pensado poner en marcha una tasa turística parecida a la de Cataluña. Para el vicepresidente ejecutivo de Exceltur esto sería un error que dañaría más al sector, muy golpeado por la subida del IVA y las tasas aéreas, como toda la economía en general.
Aunque el turismo no ha dejado de generar ingresos y crecimientos en los últimos trece años, lo cierto es que la evolución de este sector económico, si se considera en términos reales y que aporta más del 10% de la riqueza española (cerca de 100.000 millones de euros cada año), siempre ha estado por debajo del de la economía general.
Desde que Exceltur existe como organización que agrupa a las principales empresas turísticas de España, los datos de esta patronal muestran que la diferencia entre el crecimiento que experimentaba la economía y el de la actividad turística ha tenido una diferencia de 10 puntos de media. Así, en 2007, que fue uno de los mejores años para el turismo y con la economía en su cénit antes de la crisis, la diferencia de crecimiento era de 13,6 puntos. Esto significa que el sector siempre ha pecado de una falta de competitividad que lo hiciese sobresalir sobre la actividad del propio país y depender menos del ciclo económico. Esta brecha indica el potencial de crecimiento que tiene la actividad turística en España para alcanzar las cotas de la economía general.
En 2012, el último dato registrado, muestra que la diferencia es de 17,8 puntos entre el crecimiento de la economía española y el de la actividad turística. Los datos de Exceltur, que pueden verse en el gráfico adjunto muestran el PIB real, es decir, con la inflación descontada, como si los precios no subiesen ni bajasen cada año.
La gráfica es más tremenda en lo que a ingresos se refiere, ya que se puede observar que la diferencia con respecto a lo que la economía ingresaba por el turismo extranjero hace doce años es de 9,9 puntos menos. Sí, el turismo marcha, la cuestión es saber por cuánto tiempo seguirá beneficiando a la economía con políticas que sólo llevan a desincentivar la actividad, la creación de empleo y la llegada de turistas.