MADRID.- El juzgado que gestiona la quiebra de la aerolínea American Airlines ha aceptado su fusión con US Airways. La misma se producirá en el tercer trimestre de 2013, después de que el organismo que regula que no se produzcan monopolios en los EEUU acepte la misma. Está previsto que no se presenten grandes reparos a la fusión de las dos compañía aéreas.
El gigante que nacerá de esta fusión no es nada despreciable: 94.000 empleados, 950 aviones, 6.500 vuelos diarios y unos ingresos que rondarán los 39.000 millones de dólares anuales (29.095 millones de euros). La nueva empresa será una referencia en los EEUU (donde copará el 20% del mercado), pero en Europa la nueva American Airlines tendrá un papel muy minotirtario, ya que son sus competidoras (United Airlines y Delta Airlines) quienes se llevan el gato al agua en el viejo continente.
La compañía seguirá teniendo su cuartel general en Fort Worth (Texas) y también conservará la marca American Airlines. La operación se llevará a cabo mediante un canje de acciones, de tal forma que los accionistas de US Airways tendrán el 28% de la nueva compañía resultante.