MADRID.- El Gobierno ha aprobado un Real Decreto-Ley por el que liberalizará el transporte de viajeros por ferrocarril en julio de 2013. Es decir, en un año cualquier empresa podrá transportar viajeros en el sector ferroviario español. La medida, que ya fue anunciada por Mariano Rajoy, presidente del Gobierno (PP), en el pleno del Congreso de los Diputados en que dio a conocer la subida del IVA, ha sido adoptada en el Consejo de Ministros de este viernes.
Así, Renfe será dividida en cuatro sociedades participadas al 100% por Renfe Operadora, mientras que la empresa pública que se ocupa en el Norte de España de los ferrocarriles de vía estrecha, Feve, será liquidada para integrar la prestación de sus servicios en Renfe (el 1 de enero de 2013). Es decir, el Gobierno ha optado porque Renfe siga siendo pública frente a la posibilidad de dar entrada al capital privado en la sociedad.
De esta forma, las empresas interesadas tendrán que prestar sus servicios en competencia con la operadora, como ocurre en Alemania, por ejemplo, aunque es probable que las rutas que explote la misma sean aquellas que no cubran las operadoras privadas. Ana Pastor, ministra de Fomento, ha comentado que también se “racionalizarán” los actuales servicios ferroviarios. Es decir, las rutas que sean deficitarias se suprimirán, ya que algunas “no son rentables, ni económica ni socialmente”, según la ministra.
En lo que respecta a las cuatro empresas en que se dividirá Renfe, cada una se dedicará a áreas de negocio principales: viajeros, mercancías y logística, fabricación y mantenimiento, y arrendamientos. Esta última sociedad de alquiler se ocupará de ofrecer los materiales rodantes (trenes y vagones) que no use Renfe a las empresas privadas para su explotación.
Ahora mismo, las tres empresas públicas que se hacen cargo de la gestión del sistema ferroviario (Renfe, Feve y Adif) cuentan con unas pérdidas conjuntas de 447 millones de euros y una deuda de 20.730 millones de euros, la mayor parte correspondiente a Adif, que es donde se engloban las infrestructuras (estaciones y construcción de vías y plataformas).
Según los datos ofrecidos por Ana Pastor, hay 52 trenes de media distancia que registran una ocupación media inferior al 15% de su capacidad, “alguno de los cuales no llevan más de cinco pasajeros al día”. “Además, hay 176 estaciones o apeaderos ferroviarios en los que no llega ni un sólo viajero diario”, ha señalado la ministra.
Aunque Pastor ha recalcado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que los puestos de trabajo en las empresas públicas no peligran, es seguro que habrá despidos en los próximos años. También es posible que los precios de servicios como la media distancia suban para compensar los costes del servicio, además de eliminarse las rutas deficitarias.
Estado del sistema ferroviario
Para entender la liberalización del ferrocarril, la ministra ha dado algunos datos sobre el sector. En primer lugar, las tres empresas públicas que se encargan de su gestión. Por un lado se encuentra Adif, que es el gestor de infraestructuras ferroviarias, es decir, quien se encarga de la construcción y mantenimiento de estaciones, andenes, vías y de su gestión posterior. Esta empresa, que gestiona una red de 13.945 kilómetros y 1.566 estaciones, obtuvo unas pérdidas de 206,12 millones en 2011 y cuenta con una deuda de 15.000 millones. Su número de trabajadores ascienden a 13.224. La deuda tan abultada es lógica, ya que concentra las grandes obras ferroviarias.
Por otro lado está Renfe Operadora, que es la empresa encargada de prestar el servicio de transporte de pasajeros y de mercancías por tren. La compañía mueve cerca de 468 millones de viajeros al año y 17 millones de toneladas, recorriendo la red de 13.945 kilómetros que gestiona Adif. Para la misma trabajan 13.848 empleados que son los que hacen funcionar los más de 1.200 trenes. Renfe obtuvo pérdidas de 100,4 millones de euros en 2011 y cuenta con una deuda de 5.200 millones.
Por último, el Estado posee Feve, la empresa que administra las líneas y la explotación comercial de viajeros y mercancías en las vías de ancho estrecho, en el Norte de España. Transporta 9 millones de viajeros al año, en más de 100 trenes. Para la misma trabajan 1.857 personas y la empresa obtuvo unas pérdidas de 147,8 millones de euros en 2011, con una deuda de 530 millones.
Estructura deficitaria
Para Ana Pastor, esta estructura es “ineficiente” y no aporta “rentabilidad económica y social”. La ministra de Fomento ha detallado que hay 52 servicios de media distancia (trenes regionales) que se consideran ineficientes porque su ocupación está por debajo del 15%. Mientras, el precio del billete sólo cubre el 16% del coste del servicio. Ello ha generado un déficit anual (diferencia de ingresos y gastos) de 34,1 millones en la media distancia.
Además, Pastor ha explicado que en 2011 la red hubo 176 estaciones o apeaderos en los que no se llegó a un viajero diario que se subiera o se bajara en un tren de media distancia. A lo que se añaden 152 estaciones o apeaderos donde no se alcanzaron los tres viajeros diarios. Pastor también ha comentado que determinados trenes regionales que unen capitales de provincia sólo llevan entre tres y cinco viajeros de media. Además, en los Trenes-hoteles (internacionales) el coste para el usuario dobla el del transporte aéreo y el tiempo de duración del viaje es cinco veces mayor que en el avión. Ello ocasiona a Renfe unas pérdidas de 3,6 millones de euros al año y cada pasajero genera un coste a los Presupuestos de 130 euros para compensar este déficit.
A Pastor tampoco le gusta el coste de la alta velocidad, que considera más caro que en el resto de países europeos. De la construcción y apertura de estaciones y recorridos poco rentables no ha dicho nada. Fomento quiere poner en valor los trenes excedentes que Renfe no usa. De esta manera, on la liberalización se pondrán a disposición de las empresas privadas interesadas hasta 26 trenes de viajeros y 59 locomotoras eléctricas, 15 diésel y 1.507 vagosmes para que los alquilen.
Aunque el transporte de viajeros en AVE genera ganancias, otras divisiones de Renfe están en números rojos. En viajeros, donde se incluye la media distancia y las Cercanías, las pérdidas ascienden a 122 millones de euros en 2011. En mercancías el resultado negativo es de 66 millones (sólo se transportan el 4% de las mercancías totales) y, en talleres, el resultado negativo es de 47 millones.