La liberalización del mercado de los vuelos ha traído precios que en muchos casos pueden parecer irrisorios, sobre todo si se comparan con los de hace diez o veite años (en la década de los 90 del siglo pasado). Pero cabe hacerse una pregunta: de la tarifa, ¿cuánto se queda como beneficio la aerolínea y cuánto se destina a otros conceptos? El diario económico The Wall Street Journal ha realizado un gráfico para explicarlo. Aquí incluimos una imagen del mismo y más abajo lo comentamos brevemente.
Lo primero que llama la atención es que sólo un 1% del precio del billete se obtiene como beneficio para la aerolínea (en el gráfico se identifica con un asiento). El resto de la tarifa se emplea en pagar los gastos para operar: un 29% va a sufragar el combustible; un 20%, al pago de la tripulación; un 16%, a temas como cátering, hangares, etc.; un 14%, a tasas e impuestos; un 11%, a mantenimiento; y 9%, a otros gastos. Con esta estructura se entiende que las líneas aéreas busquen nuevas formas de ingresos: pago por equipaje, por obtener la tarjeta de embarque, por elegir asiento… Los datos del Wall Street Journal han sido obtenidos de las cuentas de US Airways en 2011, una de las mayores compañías estadounidenses. US Airways emplea un modelo más o menos tradicional, así que habría que ver la estructura de gastos en una firma de bajo coste.
2 comments
Comments are closed.
Add Comment