Epidemia de peste en Madagascar

Antananarivo, capital de Madagascar | Foto: Beatriz de Lucas Luengo

La peste. Una enfermedad que suena a Edad Media, pero que se ha reproducido de forma virulenta en los últimos meses en Madagascar, la pequeña isla-país africana, situada en el Océano Índico. Desde finales de agosto, 127 personas han perdido la vida infectadas por la variedad neumónica, la más peligrosa, de la peste negra. En total, esta dolencia ha afectado a 1.800 personas en el país africano desde el verano.

Aunque las informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del propio país indican que la epidemia se ha controlado, con un descenso de las muertes y las infecciones, Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, ha explicado que no se pueden descartar nuevos picos de infección hasta abril, cuando acabará la época de peste en Madagascar. Hasta el 6 de noviembre, había 27 personas hospitalizadas por la plaga y en la última semana sólo habían surgido 41 nuevos casos y tres muertes, según datos aportados por el portavoz de la OMS.

Taleb Rifai, el secretario general saliente de la Organización Mundal del Turismo (OMT), ha aprovechado la celebración de la feria World Travel Market de Londres para anunciar a los medios de comunicación que “el riesgo de difusión internacional de la plaga parece muy bajo”. El anuncio se produjo con Roland Ratsiraka, ministro de turismo de Madagascar, a su lado. Rifai también explicó que ya no hay ningún motivo para que los diferentes países mantengan sus alertas de viaje a Madagascar.

Por su lado, Tarik Jasarevic refiere que “el riesgo de contagio internacional se ha mitigado por el corto periodo de incubación y la implementación de medidas de control a los pasajeros que salen del país”. Desde la OMS también recomiendan que los viajeros que lleguen a Madagascar deben protegerse contra las picaduras de pulgas, evitar el contacto con animales muertos, materiales contaminados y enfermos.

Calles de Antananarivo, capital de Madagascar | Foto: Beatriz de Lucas Luengo

Madagascar recibió 293.195 turistas en 2016, un crecimiento del 20% con respecto al año anterior. Desde España no hay vuelo directo con el país, pero Francia sí que dispone de conexiones aéreas. Madagascar fue colonia francesa desde principios del siglo XX y hasta los procesos de independencia que se produjeron en África a partir de 1960. El país es famoso por su variedad animal, sobre todo por los lémures que son su marca internacional. Según datos del Banco Mundial, el Ingreso Nacional Bruto per cápita en Madagascar es de 398 dólares anuales.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de España todavía recomienda tener precaución en un viaje a Madagascar por la infección de peste y recomienda “evitar las grandes aglomeraciones que puedan acentuar la propagación de la enfermedad así como consultar un médico lo más rápidamente posible en caso de presentar fiebres altas, escalofríos, dolores corporales, debilidad, vómitos y náuseas, inflamación de ganglios o dificultades respiratorias”. Por su lado, el Foreing Office del Reino Unido alerta de que sigue habiendo una epidemia de peste bubónica en el país.

La aparición de la peste en Madagascar no es rara, ya que se suelen dar unos 500 casos anuales en el periodo de lluvias, que va de Noviembre a Marzo. Lo inusual de esta epidemia es que ha aparecido en pleno mes de agosto, en temporada seca y en las grandes ciudades, ya que suele ser una infección típica de las zonas rurales. En Antananarivo, la capital, se han dado varios casos y se ha decretado el cierre de acontecimientos masivos, como partidos de fútbol. Además, siguiendo las recomendaciones de la OMS, se mide la temperatura de los ciudadanos en determinados lugares de gran afluencia, como bancos.

Este episodio de peste bubónica se inició en agosto y los médicos de la OMS piensan que todo arrancó con un hombre de 31 años que visitaba el centro del país, cuando sintió síntomas similares a los que provoca la malaria. A los pocos días, tras un viaje en taxi desde Antananarivo a Toamasina, murió. Este pudo ser el primer infectado que diseminó la enfermedad entre aquellas personas con las que tuvo contacto.

La OMS ha enviado más de un millón de dosis de antibióticos a Madagascar para controlar los efectos de la epidemia de peste que se desarrolla en el país. La peste es una infección que históricamente se ha transmitido a través de las pulgas que viajan con las ratas. Estas pulgas pican a los humanos, inoculándoles la bacteria. Por eso el uso de antibióticos y la erradicación de pulgas y roedores es básica para eliminar la enfermedad. El caso de la peste neumónica no es habitual y suele ser una complicación, cuando la infección afecta a los pulmones. En este caso, la difusión de la enfermedad se realiza con una simple tos por parte de la persona infectada.

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