¿Es seguro viajar a México?

La ciudad de México D. F. vista desde el aire | Foto: Fondo Mixto de Promoción Turística del Distrito Federal

El detonante de estas protestas, violentas y que ya han dejado seis muertos y cientos de detenidos, ha sido el incremento del precio de la gasolina un 20%. Pero hay otros problemas de fondo. Como en otros estados del mundo, el gobierno mexicano venía subvencionando el precio de la gasolina para mantener unas tarifas relativamente asequibles. Subvencionar un bien de consumo masivo significa gastar miles de millones de dólares en el pago de la diferencia entre su coste real y el coste que se quiere hacer que soporte el consumidor. Al retirar estas subvenciones, el precio de la gasolina ha subido inevitablemente hasta su tarifa de mercado.

En las recomendaciones de viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores de España no se mencionan estos incidentes, ya que no están actualizadas desde el 23 de diciembre. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores británico sí que hace alusión a las protestas, indicando a los viajeros que las mismas incluyen el “bloqueo de autopistas y saqueos”.

En realidad, México es un país con una seguridad cuestionable y, en algunas regiones, muy peligroso. El turista que acude a los grandes resorts de Cancún, Acapulco o Rivera Maya a pasar sus vacaciones no percibe la realidad del país, porque se imbuye en una burbuja. Cuestión diferente es el viajero independiente que se mueve libremente por México. El Ministerio de Exteriores británico explica que el “crimen y la violencia son problemas serios en México y que la situación de seguridad presenta riesgos para los extranjeros”. El organismo británico recomienda viajar durante el día y advierte de que el “crimen en la calle es un problema serio en la mayoría de las grandes ciudades y destinos turísticos”.

Por su lado, el Ministerio de Asuntos Exteriores español resalta la “elevada incidencia de la delincuencia relacionada con los secuestros”, ya sean reales o “virtuales”. También la extorsión, los asaltos en la vía pública y el transporte público, con el robo de carteras, está la orden del día. En el Norte de México, debido a los cárteles de la droga y a la guerra del gobierno presidido por Peña Nieto para intentar acabar con ellos, los enfrentamientos y tiroteos son habituales. Los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa o Sonora son conocidos por estos hechos. También Ciudad Juárez, famosa por los cárteles, pero también por los cientos de mujeres que se han hallado muertas en los últimos años.

Con todo, es verdad que México ha venido reduciendo en los últimos años su tasa de homicidios y que ésta no es la más alta de Iberoamérica. Según datos del Banco Mundial de 2014, en México se registran 15,7 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes (en 2011 la cifra llegó a ser de 22,6 homicidios por cada 100.000 ciudadanos). Para un viajero estadounidense o europeo, estos son ratios muy elevados, si se tiene en cuenta que el número de homicidios en EEUU es de 3,9 por cada 100.000 personas o que en España la tasa de muertes violentas se sitúa en 0,7 por cada 100.000.

Ahora bien, México no llega a los niveles de criminalidad violenta de países vecinos como Honduras (74,6 homicidios por cada 100.000 personas), El Salvado (64m2 homicidios por cada 100.000) o Guatemala (31,2 muertes violentas por cada 100.000 habitantes).

Del gasolinazo a la corrupción

El incremento de la gasolina en México es el último aldabonazo a las condiciones de vida de los mexicanos, que ven como los precios de los suministros y otros bienes se incrementan, mientras que sus salarios se estancan o disminuyen. Además, en el último año del gobierno del presidente Peña Nieto, los escándalos por corrupción han sido numerosos, a lo que se suman las informaciones sobre la retribución navideña de los senadores: 10.388 euros por representante público.

El incremento del precio de la gasolina conllevará un aumento de la inflación, que mide el coste de la vida, e impactará en el resto de bienes de consumo, como la comida, por ejemplo. Según los datos del Banco Mundial, el 53,2% de la población mexicana vive bajo la línea de la pobreza (de un total de más de 127 millones de habitantes). Por su lado, el Ingreso Nacional Bruto per cápita, es decir, los ingresos que acumula en un año un habitante de México, se sitúan en los 9.710 dólares. Además, la pérdida de poder adquisitivo se ha visto acuciada por la caída del valor del peso mexicano frente al dólar tras saberse que Donald Trump será el nuevo presidente de los EEUU a partir del 20 de enero.

A estos datos, junto con la corrupción imperante en los organismos oficiales, el narcotráfico y el hecho de que la empresa petrolera pública, PEMEX, haya perdido “529.000 euros a la hora” en los últimos diez años, según juan Pardinas, director del Instituto Mexicano de Competitividad, se suma el incremento de un 3,36% de la inflación en dos años. Un cóctel que le ha acabado explotando a Peña Nieto, quien ha pedido a los mexicanos comprensión para sus medidas.

El precio de la gasolina en México es de las más baratas del mundo. De hecho, entre los países de la OCDE, México, con 0,86 dólares de media por litro, solo está detrás de EEUU (0,68 dólares), según Global Petro Prices. Por ejemplo, España se encuentra en la decimoquinta posición, con un precio medio de 1,31 dólares por litro. El problema está en que, en relación con el ingreso diario en México, el precio de su gasolina consume el 3,44% de ese ingreso, mientras que en otros países sólo consume menos del 2% del ingreso diario.

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