La idea de la cadena hotelera NH de destrozar uno de sus céntricos hoteles madrileños ha sido una buena estrategia de marketing. Pero sólo eso. Es increíble que los elementos relativamente nuevos de las habitaciones hayan sido desaprovechados de esa manera, cuando podían haberse cedidos a alguna ONG o a cualquier otro organismo.
No obstante, debemos felicitar a los responsables de comunicación de la cadena, puesto que consiguieron aparecer en todos los noticiarios del día. Otra cosa es la imagen que hayan conseguido y el hecho de que algo tan intrascendente pueda convertirse en noticia.