Recorrer Europa en bicicleta. Para muchos es un sueño, pero también es una posibilidad muy real, dadas las rutas que se han creado en los últimos años en diversos países del continente. Además, si se potencia el cicloturismo por Europa puede servir como modelo para desestacionalizar la llegada de turistas a países como España, que reciben el grueso de visitantes entre los meses de julio y agosto. Un estudio realizado por la Comisión Europea en 2012 detalla que cada año se realizan 2.295 millones de viajes turísticos en bicicleta en toda Europa, lo que supone un flujo de ingresos de 44.000 millones de euros al año. Estas cifras dan idea de la magnitud de este sector, cuyos turistas reservan 20,4 millones de noches en los hoteles europeos, dejando en los mismos unos 9.000 millones de euros. En cada viaje, el gasto medio del turista sólo en alojamiento es de 441 euros.
El informe de la Comisión está dedicado a analizar Eurovelo, una red ciclista europea gestionada por la Federación de Ciclistas Europeos, con más de 45.000 kilómetros de rutas repartidas en Austria, Francia, Alemania, Hungría, Serbia, Eslovaquia, Suiza y el Reino Unido. La conclusión es que si los organismos de la Unión gestionasen estos recorridos, los mismos podrían generar hasta 7.000 millones de euros en ingresos directos con 60 millones de viajes anuales a través de los mismos.
Un producto muy específico y que explota el potencial del cicloturismo es el sendero del Telón de Acero. Aunque no es una ruta acabada, en caso de que se llegase a culminar su señalización y las infraestructuras necesarias, sería un camino que uniría el Mar de Barents, desde los países nórdicos, hasta el Mar Negro, en Rumanía o Bulgaria. En total, esta ruta atravesaría 20 países europeos, generaría 521 millones de euros anuales en ingresos. El estudio destaca que poner en marcha esta ruta ayudaría a zonas deprimidas, que podrían usarlo como estimulante de su economía.
Con las ventajas que tiene articular una propuesta de cicloturismo en Europa, ¿por qué no se hace? En primer lugar, los organismos encargados del transporte y turismo en la Unión Europea no le han prestado mucha atención a esta modalidad, fundamentalmente porque ningún actor relevante, ya sean empresas o asociaciones con cierta fuerza, ha ejercido presión para que los políticos y funcionarios de Bruselas atiendan una demanda latente. Por otro lado, el informe destaca que los medios de transporte público (como trenes o autobuses) no están preparados para acoger a este tipo de turista, con unas necesidades especiales, ya que debe transportar su propia bicicleta (aunque también existe la posibilidad de alquilarla en destino). La falta de redes y rutas de calidad en los países europeos también es otro problema, que va ligado a la casi inexistencia de paquetes y productos turísticos específicos vendidos por turoperadores o agencias de viajes.
Corrección: por un error se ha indicado que el gasto medio por pernoctación (noche pasada en un alojamiento) era de 441 euros, cuando en realidad esta cantidad es el gasto medio de los turistas por alojarse durante todo su viaje. La corrección está incluida en el texto.