Figuras preparadas para arder en las Fallas de Valencia | Foto: Tpsdave en Pixabay
Se acerca la primavera y con ella uno de los momentos más intensos y divertidos para visitar la Comunidad Valenciana. Lo cierto es que en este territorio tan rico e interesante siempre están celebrando algo, si no es un pueblo es en otro, pero sin duda, la primavera es la mejor fecha para disfrutar de algunas de las fiestas más tradicionales y simpáticas de toda España.
A la vuelta de la esquina, tenemos el mejor ejemplo: las Fallas, que se inician el 19 de marzo. La fiesta de la luz, del color y sobre todo… del fuego. El fuego inundará las calles de todas las ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana durante unos días. Aunque también es verdad que las más famosas y las más vistosas son las de Valencia ciudad. Cinco días de absoluto esparcimiento. Mascletás, castillos, monumentos falleros, olor a pólvora y perfume de flores, música de bandas y mucho valencianos ataviados con sus trajes tradicionales, dispuestos a darlo todo.
Poco después de las Fallas, entre el 21 y el 24 de abril, en Alcoy preparan otra celebración increíble. Es la Fiesta de Moros y Cristianos. Se trata de una representación de la batalla de Lepanto entre los seguidores de la cruz y los de la media luna roja. Y que se hizo famosa cuando formaba parte del entretenimiento palaciego de la Corte española. Tan divertido era, que fue llevado a las calles y plazas de las ciudades. En las comarcas del interior de Alicante, el secuestro de la imagen de San Jorge, el santo que obró el milagro en la batalla, y la posterior conversión de los “moros” es la clave argumental. Pero en el sur, especialmente en Alcoy, la batalla rememora un paisaje de la Reconquista, aunque San Jorge sigue siendo el protagonista. Desfiles, disfraces, vestimentas, lujo, timbales y chirimías, pólvora, diversión…
Más aún. Para los que no encontráis la fecha adecuada, marcad entonces del 20 al 24 de junio. San Juan y sus hogueras. En este caso es mejor ir a Alicante. Las hogueras de San Juan también tienen sus propios monumentos, sus mascletás, sus castillos y barracas, y por supuesto, tienen fuego. Es una fiesta nocturna en la que se enciende una hoguera donde se quemarán todas las cosas del año que queremos dejar atrás. Y una vez hecho esto, se puede saltar la hoguera o, directamente, ir a celebrarlo con los amigos.
La Comunidad Valenciana, además de gastronomía y playa, tiene la suerte de poder presumir de buena gente. Los valencianos son divertidos, simpáticos y muy hospitalarios. Si conoces algún valenciano te invitará a su casa a pasar estas fiestas, porque realmente hay que vivirlas, y os agasajará y mostrará lo mejor en cada momento. Lo mejor es participar de la fiesta a tope y después dormir en un apartamento o un piso de alquiler turístico, porque la intimidad no está pagada… Pero ojo, hay que reservar con tiempo, porque el hecho de que sea difícil encontrar alojamiento para esta fecha ya nos advierte de lo buena que es, si no, no iría tanta gente. Dicen que el que va, repite.
