Grecia ha sido el primer país de la Unión Europea (UE) en plantear su estrategia turística para 2021 en función de la inmunización contra el Covid-19. Hace pocas semanas, Grecia firmó un acuerdo con Israel para que los ciudadanos israelíes vacunados contra el coronavirus SARS-Cov-2 puedan viajar sin restricciones al país europeo. Además, Grecia está negociando acuerdos similares con otros nueve estados. El objetivo es abrir las puertas del país heleno a aquellos viajeros inmunizados contra el coronavirus y reactivar su actividad turística, vital en la economía del estado europeo.
Grecia no es el único país de la UE que ha adoptado esta estrategia en el Mediterráneo. Chipre también ha cerrado un convenio similar con Israel para que sus ciudadanos vacunados puedan viajar a esta isla y dar vida a uno de sus sectores económicos fundamentales. Los pasos de estos dos países pueden crear un modelo que imiten otros estados de la UE en los que el turismo es muy importante para su riqueza nacional, como Italia, Francia, España o Portugal.
Los acuerdos como el griego o el chipriota serán más factibles en estados con una alta dependencia del turismo internacional. En el caso de Grecia, el negocio turístico supone más del 12% del PIB y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que el 10% del empleo griego lo crean las empresas turísticas. En 2019 llegaron al país algo más de 33 millones de turistas que dejaron 18.444 millones de euros. Los viajeros israelíes no son el principal mercado turístico para Grecia, pero se encuentran entre los 10 primeros. En el último ejercicio antes del coronavirus, viajaron algo más de 700.000 israelíes a Grecia. Hasta 2019, los cinco principales mercados de turistas para el país heleno fueron Alemania, Bulgaria, Reino Unido, Italia y Francia.
En el caso de Chipre se produce un escenario similar. Esta isla del Mediterráneo recibe 3,9 millones de turistas anuales. Sus mayores mercados son el del Reino Unido (más de 1,3 millones de turistas), Rusia, Israel y Grecia. En el caso de Israel, los datos del servicio estadístico de Chipre muestran que en 2019 visitaron el país 293.746 israelíes, por lo que a la isla europea le interesa reabrir las conexiones con Tel Aviv. El turismo aporta 2.683 millones de euros en ingresos a la economía chipriota cada año, casi un 10% de su PIB.
La elección de Israel para hacer esta prueba no es casual, pues se trata de uno de los países del mundo en los que la inmunización contra el Covid-19 está más adelantada. Los datos recopilados por Our World in Data señalan que el 31% de la población israelí ya ha recibido la vacuna completa, por lo que es muy probable que el 70% de sus ciudadanos estén vacunados hacia el verano. No obstante, hay algunas polémicas en el país de Oriente Medio sobre la no vacunación a los palestinos y la manga ancha que se tiene con la comunidad de judíos ortodoxos, un foco de contagios masivo.
Grecia negocia con el Reino Unido un convenio de viaje similar al firmado con Israel, para que los británicos vacunados puedan viajar sin limitaciones al país del sur de Europa. Sin embargo, Reino Unido se halla en estos momentos padeciendo los efectos de una de las mutaciones más contagiosas de coronavirus que se ha detectado en el país. Así que el acuerdo Grecia-Reino Unido dependerá de los efectos que la vacuna tenga en la contención del virus en Reino Unido.
Grecia ha sido uno de los principales defensores para poner en marcha un certificado de inmunización (también conocido como pasaporte Covid) para que aquellas personas que hayan sido vacunadas puedan viajar con libertad por toda la UE. Aunque la medida ha sido apoyada por países como España, Italia o Portugal, también muy interesados en esta iniciativa por lo que el turismo supone para sus economías, la última reunión de los jefes de Estado y Gobierno de la UE no dio un paso adelante en este sentido. La Comisión Europa, que acogió la iniciativa griega con entusiasmo, sigue valorando de qué manera ponerla en marcha, sobre todo con vistas a la temporada de verano, la más importante para el sector turístico de los países del sur de Europa, donde vacacionan ingleses (que ya no pertenecen a la UE), alemanes, suecos o noruegos. La falta de iniciativa europea ha llevado a Grecia a actuar por su cuenta para intentar garantizar la temporada de verano al sector del turismo griego y a los trabajadores que dependen de él.
El pasaporte Covid es controvertido, porque los científicos no están seguros de que las personas vacunadas no sigan contagiando el virus. Se puede dar el caso de que un vacunado se haya infectado de coronavirus, no desarrolle la enfermedad Covid-19, pero sí que pueda contagiar a otras personas. Los expertos también consideran que la vacunación y un documento como el certificado de inmunización puede llevar a las personas vacunadas a relajar las medidas de prevención que se deben seguir manteniendo, como el uso de mascarilla, la distancia interpersonal y el lavado frecuente de manos.
En cualquier caso, los acuerdos bilaterales con países en los que la mayor parte de la población se haya inmunizado pueden ser adoptados por otros estados. España o Portugal podrían ser dos casos. En el primero, el impacto del Covid-19 ha dañado profundamente a las empresas turísticas. Las pérdidas alcanzaron los 90.000 millones en 2020 y el primer trimestre de este año está perdido para la actividad turística. Aunque compañías aéreas como Iberia han recuperado algunos vuelos, la llegada de turistas al país sigue siendo ínfima (los visitantes descendieron más de un 70% en 2020) y los movimientos de españoles para hacer turismo son difíciles, pues casi todas las comunidades autónomas cuentan con restricciones de entrada y salida. Las empresas turísticas esperan una recuperación en Semana Santa y el verano, aunque esto dependerá de la evolución de la vacunación y de los efectos de la vacuna en la contención de los contagios.
En el caso de Portugal, la caída de turistas ha sido del 76% en 2020, similar a la española, mientras que los hoteles portugueses han perdido el 66% de sus ingresos. Así que un acuerdo con países con la población vacunada para que sus ciudadanos puedan viajar también beneficiaría al estado que comparte la península ibérica con España. Los principales turoperadores europeos, sobre todo el alemán TUI, observan estos movimientos para redirigir el flujo de viajeros durante el verano europeo. El éxito de los acuerdos determinará una cierta normalidad en el turismo, pero también abrirá una batalla feroz entre estados europeos del Mediterráneo por los pocos turistas que se atrevan a viajar este año.