Halloween: su origen, historia y formas curiosas de celebrarlo

Decoracion de Halloween en Austria

Se acerca una de las noches más mágicas del año para la cultura occidental: Halloween, que en España se festeja el 31 de octubre. Se cree que esta festividad tuvo su origen en los druidas celtas, allá por el año 700 a. C., con la celebración de Samhain. Con este nombre se conmemoraba el final de la cosecha y, de paso, se honraba a los muertos. Se creía que la noche de Samhain se abría la puerta que separada el mundo de los vivos del de los muertos, lo que permitía que los espíritus cruzasen el umbral para visitar a sus seres queridos. Pero claro, dejar una puerta abierta implica el riesgo de que también la crucen espíritus malvados o inapropiados.

De esta manera, se establecen dos costumbres fundamentales para celebrar esa noche. Una, proveniente de los celtas, era bailar en torno a una hoguera para festejar el año nuevo, con máscaras horribles y pieles de animales que asustasen y que alejasen a los visitantes maliciosos. De ahí viene vagamente la costumbre de disfrazarse de cosas terroríficas (aunque en Estados Unidos la fiesta ha evolucionado hasta convertirse prácticamente en un carnaval). Esa noche era la Víspera de los Santos, la Eve of All Hallows, en inglés, y de ahí evolucionó el nombre a Hallow Even, Hallow e´en y, finalmente, Halloween.

La otra costumbre es la del “Truco o trato”. Se cuenta que la noche previa al Día de los Santos se solía dejar en los escalones de la entrada de las casas platos de comida para que los espíritus buenos entrasen. Así que la gente empezó a acercarse a las casas disfrazada de espíritu, bruja o fantasma para celebrar el día. Probablemente, esta sea la base de la costumbre mexicana de hacer altares para los muertos, repletos de deliciosos platos que después se come toda la familia.

Sin embargo, lo cierto es que esa costumbre nació de la persecución de los protestantes contra los católicos en Inglaterra. Como consecuencia de estas persecuciones el rey Jaime I fue víctima de un intento de atentado. Esto dio lugar a una fiesta burlesca parecida al carnaval. Los luteranos, para celebrar la fecha en que se descubrió la traición, se disfrazaban con máscaras terroríficas y entraban en las casas de los católicos para exigir cerveza y dulces que, si no se los daban, se exponían a cualquier tipo de represalia. Hacemos un trato, tú me das lo que te pido y yo no te asusto: truco o trato.


 

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Sí, lo tradicional es disfrazarse y salir de puerta en puerta para pedir caramelos al estilo americano. Si preferimos el estilo europeo habrá que hacer una fiesta más introspectiva de conexión con nuestros seres queridos desaparecidos y pasando tiempo con la familia. Pero aquí vamos a comentar algunas formas originales de pasar esta noche, dejándonos seducir por la fiesta en todo su esplendor.

Al estilo español: “El monte de las Ánimas”

Gustavo Adolfo Bécquer escribió una serie de leyendas de miedo y, entre ellas, la titulada El monte de las Ánimas, que se desarrolla durante la noche del 1 de noviembre. Las románticas creaciones de Bécquer son aterradoras, pero quizá la que mencionamos aquí sea especial y verdaderamente sobrecogedora. La historia transcurre en Soria, donde los Condes de Borges y de Alcudiel, junto a sus hijos, los primos Beatriz y Alonso, salen de cacería, montados a caballo. Durante la noche, los primos se hacen unos regalos: él a ella una joya; y ella una cinta de su pelo, pero como la había perdido en el Monte de las Ánimas durante la cacería, Alonso debe ir a buscarla en plena noche. Lo que ocurrió las horas siguientes… es un relato escalofriante. Por eso es costumbre de algunos apasionados leer y disfrutar de esa leyenda durante la noche de Halloween.

Al estilo norteamericano: “Halloween”

Halloween es el título de una película independiente estrenada en 1978. Fue rodada con muy poco presupuesto y sin embargo fue todo un éxito en taquilla. Cuenta la historia de Michael Myers, un demente que vive encerrado en un manicomio desde que asesinó a su hermana mayor, 15 años atrás. Una noche se fuga con la intención de repetir el crimen. Esta vez con su hermana menor. Lo más original es el hecho de que el primer asesinato tuvo lugar la noche de Halloween y curiosamente el niño lo cometió con la máscara de un disfraz puesta.

Lo cierto es que a día de hoy no resulta demasiado aterradora, pero sí lo fue cuando se estrenó. De hecho, se afirma que fue una obra que cambió el género para siempre. No sólo es una buena forma de meterse en ambiente la noche en cuestión, sino, además, debido al tiempo que ha pasado dese su estreno, tiene un toque nostálgico y con ese sabor especial que conservan las buenas películas cuando pasa el tiempo.

Al estilo surrealista de Tim Burton: “Pesadilla antes de Navidad”

Una adorable película de animación profundamente gótica, en la que se narra la historia de dos enamorados y su andadura hasta que consiguen hacer realidad su amor. Jack Skellington, un esqueleto, y Sally, lo que anda a medio camino entre un zombie y una muñeca de trapo. Una pareja encantadora. La historia es divertida, pero lo mejor de todo son los decorados, los dibujos, el cuidado con que todo ese mundo está plasmado al detalle. Si os gusta la decoración festiva ad hoc, esta película os encantará hasta el extremo.

Jack es el encargado de preparar la fiesta de Halloween. Sin embargo, en una ocasión descubre la Navidad y se queda tan prendado de semejante fiesta y espectáculo que se contagia del espíritu navideño y acaba secuestrando a Santa Claus para encargarse él mismo de la fiesta. Hilarante y deliciosa. Os la recomendamos para este Halloween.

Al estilo sudamericano: “Bajo el volcán”

Malcolm Lowry cuenta en esta novela de 1947 el descenso a los infiernos de Geoffrey Firmin, cónsul británico en Cuernavaca, México, el día de difuntos de 1938. La trama transcurre en las últimas doce horas de vida del protagonista, en lucha contra los fantasmas que pueblan su cerebro, y está dividida también en doce capítulos, lo que nos lleva a las horas reales. Se respira la presencia continua de la muerte, hacia la que se encamina el protagonista. Las imágenes que aparecen, como la del perro famélico que lo sigue, la fiesta de difuntos mexicana o la danza de la muerte ante el toro, son símbolos que reflejan en el exterior los espectros que atormentan al protagonista, que, finalmente, muere a manos de un grupo de matones, completamente borracho y en un burdel. Es bastante impresionante, pero sin duda, lo mejor de todo es la forma de describir cómo se celebra el día de los muertos en México. Una visión de una celebración tan original que es difícil de comprender de otra forma. Un lujo en los detalles.

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