Las Homilies d’Organyà son sermones pensados para explicar, en voz alta y en público, pasajes de la Biblia o cuestiones religiosas. Las Homilies son el primer texto literario en catalán, pero existen escritos más antiguos en esta lengua, aunque no son de tipo literario.
Las Homilies no son un documento jurídico o administrativo, como el Memorial de Agravios, si no una composición que va un paso más allá en cuanto a creatividad y complejidad. Hay que tener en cuenta, como en el caso del castellano de las Glosas Emilianenses de La Rioja, que el catalán en el que han sido escritas las Homilies d’Organyà difiere mucho del catalán moderno, por lo que “es muy complicado para un catalán actual comprender el texto de las Homilías”, apunta Carles Gascón, técnico de cultura del Consejo Comarcal del Alto Urgel (Lleida).
Museo de las Homilies d’Organyà
Organyà se sitúa cerca de la Sierra de Boumort, en cuyo entorno “aparecen todos los primeros textos en catalán, más tardíos en relación con el castellano, y con grandes influenicas del occitano, que se considera una lengua de prestigio”, explica Gascón. El técnico recorre los expositores de la Oficina de Turismo de Organyà, verdadero museo en el que se explica la importancia de las Homilies de Organyà, de las que allí se exhibe un facsímil.
En torno al año 1204 se escribieron las Homilies de Organyà. En ese momento, la iglesia de Santa María de esta localidad catalana era Colegiata (canónica desde el año 1090), con una importancia regional mucho mayor que en la actualidad. Carles Gascón explica que “las colegiatas de canónigos eran muy habituales en el Pirineo, supongo que por influencia de Occitania”. Gascón apunta que Occitania era “un gran difusor cultural, por lo que sus influencias alcanzaron Cataluña de lleno”, al contrario que el latín y sus derivados.
Poco después, “el peso literario [en catalán] pasa a la cancillería real de Jaime I”, añade Gascón, por lo que “a nivel literario no hay una continuidad muy importante” desde las Homilies.
El descubridor, un icono de la Renaissença
Las Homilies de Organyà se quedaron en los archivos de la Colegiata, que a partir del siglo XIX se convirtió en iglesia parroquial y allí fueron encontrados, en torno a 1904, por Joachim Miret i Sants, “una de las grandes figuras de la intelectualidad catalana durante la Renaissença”. Miret i Sants “compró el libro por 85 pesetas y finalmente lo cedió a la Biblioteca de Cataluña, donde aún está”.