MADRID.- IAG, el holding que agrupa a las aerolíneas British Airways (BA) e Iberia, ha sufrido pérdidas operativas por valor de 249 millones de euros entre enero y marzo de 2012. Esta cifra se refiere al resultado de las operaciones tradicionales de ambas compañías, es decir, ingresos por venta de billetes y de carga menos costes asociados. Las pérdidas son un 144% superiores a las registradas en el primer trimestre de 2011, cuando se situaron en 102 millones de euros.
Si se va al resultado neto, aquel que se obtiene tras descontar amortizaciones, intereses, operaciones financieras e impuestos, las pérdidas se sitúan en 146 millones de euros, casi seis veces más, ya que entre enero y marzo de 2011 IAG obtuvo unas ganacias de 33 millones. Los resultados no acompañan al conglomerado de aerolíneas que nació con la intención de hacer rentable el negocio de ambas. Los ingresos totales han sido de 3.919 millones, un 7,8% más (en billetes se han vendido 3.290 millones, un 9% más).
En el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Willie Walsh, consejero delegado de IAG, explica que las pérdidas operativas de Iberia en el trimestre (antes de impuestos, intereses, etcétera) es de 170 millones de euros, frente a los 100 millones de euros en el mismo periodo de 2011. “El comportamiento de Iberia refleja la debilidad del mercado nacional español y los conflictos sindicales emprendidos por los pilotos que se oponen a las medidas adoptadas por la dirección de Iberia para mejorar la eficiencia de la compañía”, argumenta Walsh. Según las cuentas presentadas, las diversas huelgas que han ido manteniendo los pilotos de Iberia, convocados por Sepla, le han costado a Iberia 25 millones de euros en el primer trimestre de 2012.
Por su lado, British Airways también obtiene pérdidas en sus operaciones, pero más moderadas. La aerolínea británica consigue un resultado negativo de 62 millones de libras (77,28 millones de euros), frente a unas pérdidas de 5 millones de libras en 2011 (6,23 millones de euros). En este caso, Walsh explica que “a pesar de que el mercado londinense y la demanda en el mercado transatlántico continúan siendo sólidos,
su rentabilidad [la de BA] se ha visto impactada negativamente por el aumento en el coste del combustible”.
El holding también se queja de la subida de tasas que Aena aplicará a partir de junio en los aeropuertos españoles y del incremento del impuesto con el que el Reino Unido grava los pasajeros que llegan por vía aérea (el conocido Air Passenger Duty). Además, el conglomerado prevé un aumento del coste del combustible de 1.000 millones durante todo el año. En el primer trimestre, los costes de combustible han supuesto 1.409 millones, un 33,1% más que hace un año.