MADRID.- IAG, el holding nacido de la fusión entre Iberia y British Airways, ha perdido 885 millones de euros en 2012, frente a ganancias de 555 millones en 2011, según la información enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estas abultadas pérdidas se deben a partidas excepcionales, valoradas en 590 millones de euros. Sin tener en cuenta estas partidas, las pérdidas por las operaciones normales de IAG habrían alcanzado los 23 millones de euros, frente a las ganancias de 485 millones del año pasado.
En lo que se refiere a cada compañía, British Airways ha conseguido un beneficio operativo de 347 millones de euros, mientras que Iberia ha perdido 351 millones de euros entre enero y diciembre de 2012. Es decir, la compañía española pierde unos 961.000 euros diarios.
¿De dónde sale el agujero de las “partidas excepcionales” que ha inflingido estas pérdidas a IAG? En la comunicación de resultados, el grupo asegura que el plan de transformación de Iberia ha tenido un coste de 202 millones de euros, junto con el deterioro del inmovilizado inmaterial de Iberia, que se ha cuantificado en 343 millones de euros. En realidad, estas cifras son provisiones que se han contabilizado en 2012, pero que se aplicarán en 2013, cuando desde marzo se proceda con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Iberia piensa poner en marcha. Sin embargo, la culpa total no es de Iberia, British Airways también ha tenido que provisionar un coste de 384 millones de euros por su plan de pensiones, un agujero negro que la aerolínea británica aportó a la fusión.
Frente a estos datos de pérdidas, otros indicadores muestran que la evolución de la compañía podría ser positiva si se contuviesen los gastos. Así, los ingresos de IAG en 2012 se sitúan en 18.117 millones de euros, un 10,9% más que hace un año. Su coeficiente de ocupación también sube al 80,3% frente al 79,1% de hace un año. Y los ingresos unitarios aumentan, un 9,4% en el caso de los ingresos por asientos y kilómetro ofrecidos (AKO).
En la comunicación de resultados, Willie Walsh, consejero delegado de IAG, asegura que “estos resultados ponen aún más de manifiesto que Iberia debe adaptarse para sobrevivir”. Walsh asegura que la aerolínea española “deberá detener sus pérdidas de caja y ajustar su base de costes fijos de forma permanente”. Walsh lamenta el fracaso de las negociaciones con los sindicatos y repite que “Iberia procederá a recortar un 15% de su capacidad, habiendo inic iado ya el proceso formal de Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 3.807 trabajadores”.
La CNMV autoriza la compra de Vueling
Por otro lado, a última hora del 27 de febrero, la CNMV autorizaba la operación de compra de Vueling por parte de IAG. El precio por acción seguirá siendo de siete euros, a pesar de que varios fondos con presencia en el capital de Vueling han intentado forzar que el precio ofrecido por IAG se acercase a la cotización de la aerolínea de bajo coste en la Bolsa, que en algunos momentos ha superado los ocho euros. A este precio, IAG desembolsará 113 millones de euros por hacerse con el control total de Vueling (Iberia seguirá controlando el 45% de la compañía, aunque indirectamente será IAG quien controle este porcentaje). En el caso de que la OPA lanzada por IAG no alcance el mínimo de compradores, IAG podría forzar la venta de las acciones a sus poseedores, al precio estipulado.
En la última semana también han ocurrido hechos poco habituales en el consejo de administración de una empresa cotizada. El 26 de febrero, José Pedro Pérez-Llorca, vocal de IAG en la Comisión de Auditoría y Cumplimiento, dimitió. No obstante, Pérez-Llorca, con un pasado político a sus espaldas, no ha abandonado el Consejo de Administración del grupo de aerolíneas. Esta comisión es la que se encarga de recibir los informes de auditoría de las cuentas anuales y es significativo que la dimisión se produzca dos días antes de la presentación de las mismas en los mercados.
Problemas en Iberia
La presentación de estos resultados será un acicate para que los directivos de Iberia, con Rafael Sánchez-Lozano, consejero delegado, al frente, apliquen el ERE y el plan de reestructuración en la aerolínea. Desde el 4 de marzo y hasta el 8 de marzo se desarrollará una nueva huelga de 24 horas en todos los colectivos de trabajadores de Iberia. Estas vez los pilotos también secundarán los paros.