MADRID.- Iberia ha reducido en un 48% su estructura de directivos, desde los 399 puestos, entre directores, subdirectores y jefes de unidad, hasta los 208 puestos. La medida forma parte del plan de reestructuración que IAG, el holding nacido de la fusión entre Iberia y British Airways, está aplicando en la compañía española para hacerla rentable y competitiva. En un comunicado, Iberia explica que en julio redujo de 82 a 44 el número de puestos directivos dentro de su nueva estructura para “facilitar la flexibilidad, agilidad y eficiencia”.
La nueva estructura de Iberia comenzó a perfilarse en mayo cuando la compañía suprimió las direcciones generales y redujo su cúpula directiva a nueve miembros, como directores que reportan directamente al consejero delegado, Luis Gallego. De esta manera, la reducción de puestos en la organización de la compañía alcanza el 46% en el caso de los directivos y el 48% en el número de puestos gestores y superiores, incluyendo los directivos. Además, anteriormente existía una organización no publicada de funciones de responsabilidad adicionales, que con la nueva estructura “se hacen más transparentes”. Si se tiene en cuenta este grupo, la reducción sería del 35%.
El cambio interno en la estructura de la aerolínea se está enfocando en la creación de una compañía ajustada a sus competidoras. Para ello, Iberia ha puesto en marcha un departamento de Planificación Estratégica para fortalecer su visión de negocio y la sostenibilidad a medio y largo plazo y ha reforzado y centralizado las funciones de Control Económico en la Dirección de Planificación Estratégica y Finanzas.
También se ha creado una Dirección de Desarrollo de Red y Alianzas, donde centralizará el desarrollo del negocio, las alianzas y la configuración del programa de rutas, y ha impulsado la dirección Comercial, pasando a Marketing las funciones de publicidad y marca, y creando direcciones de Negocio Digital y de Experiencia de Cliente. Asimismo, ha potenciado las áreas de Producción, Servicios Aeroportuarios y Técnica como proveedores de servicios, reordenando sus procesos de responsabilidades, para mejorar la “rentabilidad, la coordinación y la eficiencia”.