MADRID.- Iberia va aflojando en las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tiene previsto poner en marcha en la aerolínea. La compañía ha presentado a los sindicatos una propuesta en la que el número de despidos baja a 3.836 (frente a los 4.500 del plan inicial). Al mismo tiempo, la aerolínea fija un ERE temporal para 2013 que afectaría a 1.027 empleos.
En el documento también se contemplan otros dos ERE temporales para 2014 y 2015, con la salida de 695 y 328 empleados, respectivamente. Además de la pérdida de empleos (algunos de ellos de forma temporal, que se podría trudicr en reducciones de jornadas de trabajo) el escrito prevé una rebaja salarial para el colectivo de tierra del 18%, mientras que en el caso de los pilotos alcanzaría el 23% y en el de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) llegaría al 28%, tres puntos por encima de lo previsto.
Los siguientes años también serán de vacas flacas en Iberia, ya que se contemplan rebajas salariales del 1% en 2014 y del 1,5% en 2015, junto con la congelación de todos los conceptos salariales y retributivos, así como la paralización de la promoción hasta 2016. En el texto la compañía también matiza la conversión del complemento de antigüedad en uno “absorbible” y “no revalorizable”, así como la modificación del actual sistema de deslizamientos para el futuro y los cambios en el sistema de participación en beneficios.
Los sindicatos de la compañía tendrán que valorar la propuesta y negociarla con Iberia, aunque la compañía, integrante del conglomerado IAG tras su fusión con British Airways, ha advertido que para aprobar la propuesta se deben aceptar todas las condiciones que incluye.
Respecto a la producción, Iberia plantea reducir la capacidad del 18,2% en asientos por kilómetro operados (AKO) al 14,5% durante este año, e incrementarla entre 2014 y 2017 una media anual del 5,5, frente al 3,1% que se contemplaba anteriormente. No obstante, esta producción, que en definitiva se refiere al número de vuelos y de rutas que cubrirá Iberia, estará condicionada a la rentabilidad de la compañía. Así, los directivos han fijado márgenes bastante holgados para incrementar la productividad en el futuro. Así, el ratio de margen de su resultado de explotación (Ebit) sobre su cifra de negocio deberá ser de un 3,5% en 2014; un 7,1% en 2015 y un 7,6% en 2016 para acometer estos incrementos.