MADRID.- Iberia se dispone a dar un giro a sus tarifas de vuelos nacionales y europeos para conseguir más clientes y salir de números rojos. La compañía aérea, integrada en el grupo IAG junto con British Airways y Vueling, pondrá en marcha sus nuevos precios a partir del 7 de septiembre. El plan de Iberia pasa por reordenar los precios de clase turista en tres familias, con distintos niveles de servicio y precios, para que el cliente elija si prefiere viajar con las tarifas más baratas o bien pagar un precio más elevado por contar con más servicios. Los nuevos precios estarán disponibles en los vuelos de Iberia, Iberia Express y Air Nostrum, la franquicia de vuelos regionales de la compañía.
De esta forma, la compañía crea la tarifa básica, que sólo incluye en su precio el transporte del viajero en el vuelo y de una maleta como equipaje de mano. Es decir, a diferencia de lo que sucede ahora con las tarifas de vuelos nacionales y europeos, en las que su precio incluye la facturación de una maleta, Iberia crea un tramo de precio más bajo sólo para aquellas personas que viajen con equipaje de mano.
Además de la tarifa básica, el nuevo modelo cuenta con la “clásica” y la “flexible”, que agrupan a las distintas tarifas que existen actualmente y con sus mismos atributos. La tarifa clásica sigue incluyendo, como hasta ahora, maleta facturada y elección de asiento, y permite cambios pagando el suplemento estipulado. Por su lado, la tarifa flexible permite reembolsos e incorpora como novedad la prioridad en el embarque.
En un comunicado, Marco Sansavini, director Comercial de Iberia, asegura que “con este cambio de modelo damos respuesta a las expectativas y necesidades de nuestros clientes, que tienen la posibilidad de elegir qué tarifa y qué servicio quieren reservar”. El objetivo de Iberia pasa por “ampliar la base de negocio”, así como “captar nuevos clientes e ingresos”.
De esta manera, Iberia se acerca al modelo de bajo coste de compañías como Ryanair o Easyjet, que cobran una tarifa en la que no se incluye la facturación de la maleta o la selección de asiento, entre otras posibilidades. Habrá que esperar a ver qué tipo de reducción ofrecen los nuevos precios, ya que no se han revelado detalles sobre este aspecto, así como si el cliente de la tarifa básica deberá pagar por otro tipo de servicios.
Iberia se encuentra en un proceso de reconversión integral, desde la propia operativa de la compañía, con el abandono de rutas que no le resultaban rentables, hasta el despido o prejubilación de más de 3.100 personas y la reducción de salarios para disminuir su nómina de personal. Además, IAG, el grupo matriz que nación de la fusión entre Iberia y British Airways, también quiere imponer un cambio de mentalidad empresarial en la compañía española. El mismo comenzó con el nombramiento de Luis Gallego como consejero delegado en sustitución de Rafael Sánchez-Lozano, quien había dirigido el proceso de adelgazamiento de la plantilla y cuya imagen estaba muy tocada. Diferentes voces entre los trabajadores y los representantes sindicales se quejan de que British Airways está mermando la capacidad de negocio de Iberia y que el interés de IAG, dirigida por Willie Walsh, es que la compañía española desaparezca en el grupo hispano-británico. De hecho, antiguos trabajadores han presentado una querella contra diversos ejecutivos de la aerolínea en los Juzgados de Madrid.
En las últimas semanas, IAG ha anunciado la compra de varios aviones: 62 Airbus 320 para Vueling (una inversión que no superará los 5.300 millones de dólares) y 18 aviones Boeing 787 más 18 aviones Airbus 350 para British Airways. De momento, Iberia queda fuera de esta renovación de flota, según Walsh hasta que la compañía se reestructure y dé beneficios. Esta operación debe aprobarse por los accionistas de IAG a finales de septiembre, cuando también se aprobará el nombramiento de Enrique Dupuy como consejero ejecutivo del grupo aéreo. Algunos medios apuntan a Dupuy como próximo presidente de Iberia e IAG en sustitución de Antonio Vázquez.