El repunte de la ocupación, del precio medio por habitación y del ingreso por habitación coinciden con la mayor depreciación salarial y de derechos de muchos trabajadores de sectores de cocina, lavandería, conserjería, recepción o restauración, aunque “sobre todo ellos prevalece el departamento de pisos en la categoría profesional de camareras de piso”, explica Antonio Ruda, coordinador de Hostelería del sindicato Comisiones Obreras (CCOO). Actualmente, en España hay entre 96.000 y 98.000 camareras de piso en el sector hotelero. Muchas se han organizado en una asociación, Las Kellys, que lidera la denuncia pública de sus condiciones laborales “para dar visibilidad a la problemática de las camareras de piso, así como contribuir a la mejora de su calidad de vida” porque “el desconocimiento y la invisibilidad eran cosas a batir y lo estamos consiguiendo”, explica Ángela M.R., representante del grupo de Madrid, donde Las Kellys cuentan con 400 asociadas.
La versión original de este artículo se encuentra en Las Kellys cuestionan la competitividad del turismo español
La reforma de la Ley Laboral llevada a cabo por el Partido Popular (PP) en el año 2012 ha favorecido la externalización de determinados servicios hoteleros, como el de la limpieza, y ha priorizado los convenios colectivos de empresa sobre los convenios sectoriales en cuestiones como el salario base, las horas extraordinarias o los complementos salariales. “El 99% de toda la contratación es temporal”, añade, desde CCOO, Antonio Ruda, “y de ella, el 75% es de jornada a tiempo parcial pero el 90% reconoce realizar más jornada de la contratada y este 75% reconoce no tener descanso en su jornada laboral”.
Las Kellys denuncian que ellas cobran entre 1,5 y 2 euros por habitación, lo que les obliga a limpiar “cerca de 400 habitaciones al mes para poder cobrar 800 euros”, como denunció en un desayuno informativo una de sus asociadas, delante del vicesecretario general de comunicación del Partido Popular (PP), Pablo Casado. Ruda coincide en que “ninguna trabajadora supera los 800 euros mensuales, máximo salarial que perciben tanto por habitaciones realizadas como por horas contratadas”.
Externalización y salarios bajos
“La externalización se convierte en una fórmula atractiva para el empresario hotelero por cuanto puede desprenderse de trabajadores directos vinculados al convenio de hostelería y contratar a una empresa multiservicios que tiene a sus trabajadores bajo un convenios de empresa o asociados a otros ámbitos de actividad con menor reconocimiento profesional y retribución, como son los convenios de limpieza”, explica el investigador y comunicador social Ernest Cañada en su informe “Crisis, reforma laboral y externalización en el sector hotelero: razones contrapuestas”. En ese estudio también apunta a que la reducción de costes oscila entre un 15% y un 30% “según estimaciones de tres directivos de este tipo de empresas”.
Según la Encuesta de Coste Laboral Anual de 2015, publicada en 2016 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario medio en la hostelería era el más bajo de los 17 sectores analizados y el que más había caído desde principios de la crisis económica: desde 2008 había acumulado una rebaja del 3,9%, a pesar de una ligera subida en 2014. El salario medio en la hostelería española se situaba en 13.354 euros, un 40,9% menos que los 22.605 euros de media anual.
A las rebajas salariales hay que sumar la reducción de las cotizaciones, la inestabilidad de los contratos y la exclusión de las dinámicas de las plantillas fijas por parte de los trabajadores externalizados, además de unos horarios maratonianos, condiciones que influyen no sólo en los ingresos si no en la calidad de vida de unas trabajadoras cuya salud se ve muy perjudicada por el esfuerzo físico. El 71,5% de las camareras de piso necesita medicarse para poder afrontar su jornada laboral según un informe realizado por el sindicato CCOO. Además, añade su representante de Hostelería, los Planes de Prevención de Riesgos Laborales no identifican “el alto grado de incapacidades temporales y totales por lesiones dorso lumbares” por lo que “no se van a poner en marcha las prácticas preventivas” lo que implica que “muy pocas compañeras lograrán alcanzar la edad de jubilación, estando abocadas a la percepción, en la mayoría de los casos, de una simple pensión derivada de algún tipo de incapacidad”.
Los hoteleros no se pronuncian
A medida que los medios de comunicación y las redes sociales españolas se han ido haciendo eco de esta situación, las cifras del sector turístico no han dejado de crecer en 2016: el número de turistas extranjeros ha alcanzado los 75,3 millones (+9,9% con respecto a 2015); hasta noviembre de 2016, los hoteles españoles registraron un 7,2% más de pernoctaciones que en 2015 (314,37 millones). En el úndécimo mes de 2016, último dato registrado hasta la fecha de publicación de este reportaje, los hoteles españoles registraron 16,7 millones de pernoctaciones (+5,7%) y los precios de los hoteles subieron en todas las categorías. Con respecto a 2016, el Revpar de noviembre creció un 7,7%, hasta los 44,6 euros, y el ADR lo hizo un 2,2%, hasta los 76,8 euros, según datos del INE.
¿Y qué dicen los directivos de la hotelería española sobre Las Kellys y el resto de movimientos reivindicativos? El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Juan Molas, duda de que “las camareras tengan capacidad o ganas suficientes de organizarse para protestar si no hay detrás algún movimiento o partido político al que le ha interesado distorsionar determinadas informaciones”. En la misma rueda de prensa en la que hizo estas declaraciones, recogidas por la agencia Servimedia, Molas reconoció que desconoce lo que cobran las camareras de piso fuera de los convenios colectivos y señaló que “si hay acuerdos de externalización de empresas con algunos hoteles en convenios de estos servicios no es nuestra competencia”, que sólo abarca “los convenios colectivos provinciales y el Acuerdo Nacional de Hostelería”. Según el presidente de la patronal hotelera, “si se cogen los seis grandes convenios de las principales zonas turísticas donde se concentra entre el 70 y el 80% de la oferta hotelera española, el nivel quinto salarial, que es el más bajo, está en una media de 1.250 euros brutos mensuales”. Hay que tener en cuenta que las cadenas hoteleras están despidiendo a sus trabajadores de plantilla para volver a contratarlos a través de empresas de trabajo temporal y multiservicios fuera del convenio hotelero y con peores condiciones laborales. El presidente de CEHAT no ha querido hacer declaraciones a este medio.
Desde Fuerteventura, una de las Islas Canarias donde hay grupo de Las Kellys y donde el INE registró el mayor índice de estancia media hotelera de toda España (junio 2016), Antonio Hormiga, el presidente de la Asociación de Empresarios (ASOFUER), apuesta por “respetar el convenio colectivo de Las Palmas, uno de los mejores del sector turístico a nivel regional”. Hormiga señala que “la mala praxis de algunos empresarios, que reflejan las reivindicaciones de las Kellys, se lleva a cabo principalmente por contratos a través de empresas de trabajo temporal que no respetan los acuerdos recogidos en el convenio”. En su opinión “los empresarios deben hacer un esfuerzo y entender que los establecimientos majoreros no pueden ganar en calidad si nuestros trabajadores no están contentos”.
“Reforma laboral a cuchillo”
En la misma línea se situó, para sorpresa colectiva nacional, el empresario Antonio Catalán, fundador de la cadena AC (hoy AC by Marriott). “No puede ser que se despida a cualquiera con 20 días por año (trabajado); mañana metemos una empresa de trabajo temporal y una camarera que en un convenio en Madrid cobra 1.200 euros en AC, termine cobrando 700 ó 650 y que además trabaje en lugar de cinco días, seis”, dijo en el Foro Global Sur de Valencia el pasado mes de noviembre. Catalán cree que “un señor que tiene un contrato que sabe que lo van a despedir es imposible fidelizar” y que “no se puede hacer una reforma laboral como la que se ha hecho a cuchillo y que los sindicatos ahí tienen que entrar de verdad”.
Antonio Ruda cree que es importante que Catalán “reconozca que estamos ante una clara discriminación, un fraude y una competencia desleal entre empresas” aunque señala que “AC Hoteles tiene, en estos momentos, una externalización del 25% de los departamentos” y que siguen “sin respuesta del Sr. Catalán ni de la empresa” al llamamiento sindical para “dar una solución que ponga fin a esta situación anómala”. Consultado por este medio de comunicación, el Departamento de Recursos Humanos de AC by Marriott ha declarado que “dado que la regularización de las externalizaciones que aún quedan en unos pocos hoteles de la cadena está todavía en proceso no consideramos oportuno realizar por el momento ninguna valoración al respecto”.
El objetivo de los colectivos sociales y de los sindicatos es, dice Ruda, “que las trabajadoras cedidas a una empresa por parte de la empresa de trabajo temporal deben percibir la misma retribución establecida en el Convenio Colectivo Sectorial para el puesto de trabajo a desarrollar en la empresa usuaria”. Las Kellys Madrid, explica Ángela, “tenemos una participación muy activa con los grupos parlamentarios para que mediante un proyecto de ley se modifique el artículo 42.1. del Estatuto de los Trabajadores y se garantice la igualdad de los trabajadores subcontratados”.