MADRID.- La Sala Social ha anulado el laudo arbitral que puso final conflicto de los pilotos de Iberia con la compañía por la creación de Iberia Express. El efecto inmediato es que el convenio colectivo que nació de este laudo arbitral, pergeñado por Jaime Montalvo, queda sin efecto. Además, se deberá volver al inicio del arbitraje, con la particularidad de que el árbitro, además de oír a Iberia y a Sepla, también deberá antender las demandas de Iberia Express.
Es decir, después de esta sentencia, emitida el 2 de noviembre y recurrible ante el Tribunal Supremo en casación, se deberá proceder a un nuevo arbitraje. El hecho que ha llevado al tribunal, compuesto por tres magistrados, a anular el laudo es que no se diese audiencia a Iberia Express para que alegase lo que le conviniese, ya que estaba directamente afectada por el resultado de la controversia. “No hay duda de que no cabe desligar a Iberia Express de la controversia que el árbitro debía dirimir, pero una vez que la empresa se crea y existe como tal para el tráfico jurídico, adquiere la condición de sujeto, de posible parte, y en cuanto tal puede perfectamente ser tercero afectado”, afirma la sentencia en su fundamento de derecho cuarto.
Y los magistrados siguen explicando que “el laudo, entre otras consecuencias, le impone [a Iberia Express] su integración en el ámbito de aplicación de un Convenio que le es formalmente ajeno, limita la posibilidad de contratar a sus propios pilotos, limita su capacidad de obrar, y todo ello sin haberle dado la ocasión de formular alegación alguna en el procedimiento arbitral”.
De esta manera, Iberia consigue anular un laudo que consideraba perjudicial para sus intereses, ya que ligaba el escalafón de pilotos de ambas compañías, Iberia e Iberia Express. A grandes rasgos, el laudo obligaba a que los pilotos contratados por Iberia Express fuesen evolucionando en su carrera a través de esta compañía y de la propia Iberia, con los aumentos salariales que se pactasen. Desde el primer momento, la idea de Iberia con la creación de Express fue la de abaratar los costes laborales de su colectivo de pilotos, además de la crear una línea aérea de menores gastos para conseguir la rentabilidad en sus rutas nacionales y europeas.
Por su lado, el sindicato de pilotos Sepla ha asegurado que con la creación de Iberia Express, Iberia estaba externalizando parte de su producción (los vuelos de corto y medio radio), algo prohibido por el último convenio colectivo de la aerolínea. Ello inició las diversas jornadas de huelga y el posterior arbitraje.