MADRID.- La incertidumbre en los mercados financieros y la especulación asociada a los mismos también está afectando a las empresas turísticas que cotizan en bolsa. Por ejemplo, desde el día 1 de agosto, el valor de las acciones del proveedor de tecnología Amadeus se ha reducido en un 10,9% pasando de los 13,82 euros que costaban el primer día del mes, a los 12,31 euros en que acabron ayer, según los datos del mercado continuo.
Con IAG (la compañía resultante de la fusión entre Iberia y British Airways) sucede lo mismo. El valor de sus títutlos ha caído un 22,9% en los primeros 10 días del mes. El 1 de agosto las acciones de la compañía aérea cotizaban a 2,62 euros en el mercado continuo, mientras que ayer cerraron a 2,02 euros. Vueling, participada en un 45% por Iberia, registra una bajada del 15,7% en el precio de sus valores (de 6,83 euros el pasado 1 de agosto a 5,76 euros en la jornada de ayer).
Meliá Hotels (antes Sol Meliá) tampoco se libra de la sandría. Las acciones de la hotelera han caído un 21,1% desde el 1 de agosto, cuando costaban 6,69 euros (ayer cerraron a 5,28 euros). Lo mismo le sucede a NH Hoteles, que, de 4,18 euros que costaban sus títulos el 1 de agosto, ha pasado a ver cómo su valor se situaba en los 3,17 euros, un 24,2% menos.
Independientemente de las circustancias concretas de cada compañía, que llevan a los inversores a fijar mayores o menores precios en sus acciones, lo que está claro es que la alta especulación que se está produciendo en los mercados de valores afecta negativamente a las cotizaciones de estas compañías. Si se considera las cotizaciones de las cinco compañías, el “turismo que cotiza en bolsa” ha perdido un 16,4% de valor en los diez primeros días de agosto, un mes que, en teoría, debía ser tranquilo.
Incidencia en la economía real
Muchas personas pueden pensar que estas pérdidas sólo afectan a los brokers y particulares que apuestan en la bolsa. Sin embargo, las propias empresas que ven caer el precio de su acción también sufren consecuencias negativas, que afectan a su negocio y a sus trabajadores. La bolsa es un método que tienen las empresas para financiar su actividad y obtener liquidez para determinados proyectos.
Así, a menor valor de las acciones que cotizan en bolsa, la compañía recogerá menos dinero, lo que podría hacer que no se ejecutasen determinados proyectos. Y ello influiría directamente en el empleo, ya que no se crearían puestos de trabajo para acometer estas iniciativas.