MADRID.- La empresa Promocions Turístiques de la Vall, que explota la estación de esquí de Boí Taüll (Lérida), ha solicitado concurso voluntario de acreedores con un pasivo que alcanza los 40 millones de euros, mientras que su activo es de 62 millones. Es decr, en principio la empresa cuenta con recursos suficientes para cubrir sus obligaciones. La explotadora pertenece al grupo inmobiliario Nozar y la petición de concurso llega después de que la semana pasada presentara un expediente de regulación de empleo (ERE) de seis meses de suspensión para 90 trabajadores.
El concurso lo gestionará el juzgado mercantil número 5 de Barcelona. La deuda de Promocions está muy repartida entre la banca, mientras que al Institut Català de Finances (ICF) le adeuda entre 5 y 6 millones de euros. El ICF es un organismo similar al Instituto de Crédito Oficial (ICO) pero dirigido a las empresas catalanas.
Las estaciones de esquí han vivido una temporada irregular debido a lo tarde que ha nevado en la Península. No obstante, parece que la causa del concurso de Boí Taüll es la deuda financiera inmobiliaria que lleva arrastrando los últimos ocho años y que se hace difícil pagar con los resultados de explotación que ha conseguido en los últimos años la estación. Es decir, parece que detrás se ha producido una mala gestión en los últimos ejercicios.
En la presentación del ERE, la empresa ha alegado causas económicas. La suspensión de los contratos de trabajo (que no la extinción de los mismos) se aplicará entre el 1 de mayo y el 31 de octubre y afectará a 17 trabajadores de la estación, a nueve de la central de reservas de Barcelona y a 64 del servicio de hostelería.
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