MADRID.- La Estatua de la Libertad (Nueva York, EEUU) volverá a abrir sus puertas al público el próximo 4 de julio con motivo del Día de la Independencia estadounidense. Uno de los monumentos más visitados del mundo se cerró a las visitas el pasado 29 de octubre de 2012 tras ser dañado por el huracán Sandy, que afectó a la costa neoyorquina. Así, el Servicio de Parques Nacionales, que gestiona el monumento, aprovechó esta clausura para realizar trabajos de acondicionamiento en la estatua, que data de principios del siglo XX.
El Museo de la Inmigración, que recoge la historia de los inmigrantes que llegaban a la ciudad de Nueva York a principios del pasado siglo, no reabrirá sus puertas este años, según lo previsto por las autoridades. La tormenta Sandy provocó una subida de hasta 2,5 metros en la Isla de Ellis, donde se encuentra la estatua, deteriorando los sistemas eléctricos y otros materiales. Los responsables de Parques Nacionales se han afanado en corregir estos desperfectos y, además, se han realizado trabajos para mejorar la seguridad del monumento.
La Estatua de la Libertad se ha convertido en un emblema de la democracia. Fue fabricada en Francia y presentada a los EEUU en 1886 como símbolo de buena voluntad entre ambos países y en agradecimiento al apoyo estadounidense en la guerra francoprusiana. El símbolo fue diseñado por el escultor Frederic-Auguste Bartholdi y su título es “La Libertad iluminando al Mundo”.
Desde hace ocho meses, la region de Nueva Yok y Nueva Inglaterra, afectadas por Sandy, siguen recuperándose de forma lenta de los efectos devastadores de la tormenta. Aún hay mucha gente que no ha recuperado su hogar. La temporada veraniega será difícil para hoteles y negocios relacionados.
Según los datos de Parques Nacionales, en 2011 cerca de 3,7 millones de personas visitaron la Estatua de la Libertad, con un gasto de 174 millones de dólares. La misma da empleo a más de 2.200 personas. El monumento sóo ha estado cerrado en otro periodo largo de tiempo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, que devastaron parte de Manhattan, en Nueva York, e hicieron desaparecer las dos emblemáticas torres del World Trade Center.