Viajar es divertido y nos permite descubrir muchas culturas, detalles, personas… Esto todos lo sabemos. Pero el viajero profesional también las pasa “canutas” en sus aventuras. Nos referimos a aquellos periodistas de viajes que están casados y no pueden aprovechar al máximo todos los “placeres” del viaje. No estamos de broma. Un reportero del New York Times lo cuenta en su blog: cuando viaja es un frustrado sexual, porque se puede pasar dos meses fuera del hogar y en ese tiempo tiene las suficientes oportunidades de mantener sexo con desconocidas (en incluso con amigas) como cualquiera de nosotros cuando viajamos. Él, por lo menos, es fiel a su mujer. O eso dice. Lo podéis leer en su artículo, que no tiene desperdicio, y poner una nota de color al día. Por cierto, está en inglés y lo encontramos a través de Gadling.
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